No a la censura. No a la Ley Sinde. No al cierre de webs.

Un mensaje importante de No al cierre de webs:
Discúlpanos si no es esta página lo que querías leer este domingo. Seguramente vienes de otra página de Internet donde esperabas encontrar algo muy distinto. Si así lo deseas, puedes dejar de leer ahora mismo, pero nos gustaría explicarte por qué hoy han cerrado algunas webs. Si el próximo martes 21 de diciembre algunos políticos deciden aprobar la Ley Sinde, la Internet en español que hemos conocido cambiará para siempre, y miles de páginas podrán ser cerradas desde el poder.

A lo largo del último año, en esta página se ha publicado mucha información sobre la Ley Sinde, un proyecto de censura de Internet escondido dentro del proyecto de Ley de Economía Sostenible. Te invitamos a ver los vídeos, a escuchar, a leer y a reflexionar. Cuando te hayas informado acerca del peligro para las libertades que representa la Ley Sinde, no te quedes sentado. Sal a la calle y explícaselo a todas aquellas personas que conozcas, muy especialmente a aquellas que viven desconectadas de Internet.

La Ley Sinde no nace de la voluntad del pueblo español, sino que es una imposición extranjera. La embajada de Estados Unidos ha presionado a nuestro gobierno para aprobarla, pisoteando nuestra soberanía nacional. Quieren una Internet sumisa y controlable, que sea útil para convencer a la población, como los restantes medios de comunicación controlados desde el poder. No quieren que la gente comparta información, no quieren que sepamos quién mueve realmente los hilos, no quieren que sepamos cómo se enriquecen empobreciendo al resto de la población. Quieren una red esclava desde la que vendernos su visión del mundo.

Hubo una vez un hombre que creyó en la paz y en la libertad, y que murió asesinado. Se llamaba Mohandas Karamchand Gandhi, y se enfrentó a un imperio con una primitiva herramienta: su rueca de hilar. Pronunció estas palabras:
"Si trescientos millones de personas hilaran una vez por día, no porque un Hitler se lo ordenara, sino porque se inspiraran en el mismo ideal, tendríamos una unidad de propósitos suficiente para alcanzar la independencia".

Mucho más de trescientos millones de personas están tejiendo cada día esta inmensa red de intercambio de conocimiento que se llama Internet. Millones y millones de personas compartimos información a través de redes abiertas. Hemos creado una cultura y tenemos un objetivo común y universal. Todo eso puede cambiar a partir del próximo martes. La Ley Sinde es una tijera que permite cortar los hilos que mantienen viva Internet, una red que debe seguir siendo libre y neutral, como instrumento de progreso, paz y libertad.

Ayúdanos a seguir tejiendo. Sal a la calle, explícaselo a tus vecinos, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo. Y discúlpanos por haberte estropeado este domingo, pero lo hacemos para que puedas disfrutar en libertad del resto de tus domingos. Muchas gracias.
Ha llegado la hora de la verdad. La Ley Sinde llega por fin y el español medio permanece impasible ante dicho ataque a sus derechos. Al fin y al cabo, somos idiotas. ¿Soy pesimista? No, creo que soy realista. No creo que podamos esperar que el pueblo se levante contra el último insulto de un gobierno que debería mirar más por el pueblo y menos por las grandes corporaciones, y que como resultado se revoque una ley que viene de lo más alto; de Estados Unidos, ni más ni menos.

¿Puede ocurrir? Supongo que puede ocurrir. En cambio, apuesto a que todos los que entraban en SeriesYonkis se escandalizarán un par de semanas y luego se acostumbrarán, porque esa es nuestra inteligencia y memoria sociales hoy día. En Inglaterra, Grecia, Francia e Italia los trabajadores y los estudiantes han protestado incluso llegando a la violencia para defenderse de manipulaciones políticas, pero no aquí.

No. Aquí nos reímos de los controladores, permanecemos impasibles ante dos años de extensión del trabajo antes de la jubilación y pronto nos olvidaremos de que Internet no era como la televisión, nos olvidaremos de que era un medio libre.

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