Sanidad concluye que la homeopatía es placebo

Un estudio encargado por el Congreso español no ha hallado pruebas en favor de la mayoría de terapias de la medicina alternativa. La conclusión no es una sorpresa, ya que estas terapias se consideran complementarias precisamente porque no tienen estudios serios que las apoyen. Recordemos que no comparten procedencia o metodología: solamente las une la ausencia de pruebas y una predilección por vagas filosofías New Age.

Aunque la decisión no sea una sorpresa, sí que es relevante: al menos sobre el papel significa que no se podría legitimizar el empleo de estas terapias en centros médicos públicos.
«La acupuntura puede resultar efectiva para controlar las náuseas y vómitos postoperatorios y los provocados por la quimioterapia, pero no hay indicios que apoyen su uso para dejar de fumar o adelgazar. Los estudios sobre homeopatía apuntan más a un efecto placebo que una eficacia real, mientras que en las terapias físicas y manuales (como la quiropraxia o la osteopatía) se han observado efectos positivos sobre algunas dolencias, aunque los expertos recomiendan nuevas investigaciones». -El País
Este informe de casi un centenar de páginas surge en respuesta a una decisión que tomó el Congreso en 2007: el Ministerio de Sanidad debía estudiar estas terapias para considerar su regulación y empleo en el sector público. El resultado está claro: los ensayos han analizado 139 terapias y no han encontrado efictividad en casi ningún caso.

La acupuntura palia el dolor, si bien lo hace de una forma difícil de distinguir de un placebo, pero resulta ineficaz cuando pretende tratar patologías más específicas. Además, conlleva ciertos riesgos menores, al contrario que la mayoría de terapias alternativas. Entre las prácticas alternativas inocuas está la homeopatía, sobre la cual, según el estudio, "no se puede emitir ninguna recomendación basada en la evidencia que pueda influir en las decisiones clínicas sobre su uso". El informe añade que muchos estudios erran al no tener en cuenta la posibilidad del placebo: "resulta difícil interpretar que los resultados favorables encontrados en algunos ensayos sean diferenciables del efecto placebo".

Por otro lado, el texto pone en manifiesto "el alto grado de satisfacción manifestado por los usuarios de las mismas, independientemente de los resultados encontrados en estudios objetivos, así como el bajo nivel de riesgo que suele representar su forma de uso habitual en la mayoría de las terapias". Aunque existen excepciones directas a la seguridad, estas son ciertamente menores. En realidad, el mayor riesgo es el "retraso en el acceso al tratamiento convencional eficaz apropiado a la situación clínica", o sea, usar estos tratamientos como alternativas y no solo como complementos de la medicina basada en ciencia.
«La escasa evidencia científica disponible sobre efectividad y uso adecuado contribuye a la incertidumbre en su utilización. Estos factores refuerzan una aproximación cautelosa al uso de las terapias naturales».
Aunque la conclusión suponga un duro golpe para los practicantes de estas terapias y para las empresas que les provean, no se trata de un aplastante ataque indiscriminado contra la 'medicina natural': como suele hacerse en los ensayos clínicos, la cuestión se plantea como una tentativa 'ausencia de efectividad hasta el momento' en lugar de una inefectividad tajante. Así se deja cabida a nuevos estudios, aunque en realidad dé prácticamente igual: a pesar de lo afables y formales que sean las palabras, significa que consideran que la mayoría de la medicina alternativa es ineficaz y ofrece un cimiento para el gobierno ante estas cuestiones. Aunque, como indica Luis Alfonso Gámez, es probable que el gobierno no haga nada:
«Yo añado [...] que las autoridades sanitarias obliguen a etiquetar los productos homeopáticos con una leyenda que advierta de que carecen de principio activo y que sólo curan cuando el paciente se lo cree, y prohiban de una vez su venta en farmacias. Si no lo hacen, serán cómplices conscientes de este fraude al ponerse del lado de quienes engañan a los ciudadanos y les venden inútiles remedios milagrosos».
Sea cual sea la verdad, es más fácil no hacer nada. Y qué sino podemos esperar del gobierno.

Tributo a Hitch

Hace apenas unas horas, todavía 15 de diciembre en Estados Unidos, murió Christopher Hitchens. Aunque en Ciudadanos del Mundo le dedicamos toda una entrada el año pasado, no ha recibido ninguna otra mención, y es que su retórica sofística es placentera al oído pero no siempre estrictamente racional. A pesar de ello, Hitch era una considerable influencia personal que se ha ganado su sitio en la estantería de pensadores y oradores modernos.

Debido a su cáncer de esófago su muerte era de esperar, pero es de todas formas impactante ver como cae otro gran humano. Parece haber un patrón de muerte prematura con las figuras a las que admiro: Carl Sagan, George Carlin y ahora el único que podría haber escrito una obra como «Dios no es bueno. Cómo la religión lo envenena todo».

Christopher, echaremos de menos tus Hitchslaps.

Escépticos - ¿Cambio climático?

Tras tres meses Escépticos termina la temporada y en su última aparición se centra en la falsa ciencia más dañina para el ser humano y el planeta: el negacionismo del cambio climático.


En realidad el calentamiento global y el efecto invernadero son fenómenos naturales. Esto es algo de lo que no todos han oído hablar. Por supuesto, este hecho superficial puede utilizarse como arma y muchos lo hacen. Y es que casi ningún negacionista niega el cambio climático sino aquel potenciado por el ser humano. También por supuesto, están equivocados.

En los últimos cien años la temperatura media del planeta se ha elevado 0,8 ºC, la mayoría en los últimos treinta años. Este hecho es simple e irrefutable. La cuestión es si este cambio climático puede explicarse con altibajos naturales o si es precisa otra explicación. Este episodio de Escépticos lo explica muy bien y el consenso es que la deforestación y la quema de combustible fósil son las mayores responsables de elevar los gases de efecto invernadero.

Si seguimos por este camino las predicciones son inquietantes: durante el siglo XXI la temperatura subiría 1,1º en el mejor de los casos y en el peor se elevaría 6,4 Cº. Esto conllevará una elevación del nivel del mar que en las próximas décadas empezará a hacer desaparecer zonas costeras, más fenómenos meteorológicos extremos y destructivos, una extinción masiva de especies, daños inmensos a la agricultura y otras consecuencias.

Este último episodio de Escépticos explica con éxito por qué no se trata solo de una correlación entre las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera y el aumento de la temperatura. Existe una causalidad y no es sólo teórica sino experimental, con un increíble registro de los gases en el aire terráqueo a través de los tiempos. Con esto podemos tachar que estas últimas elevaciones solo sean debidas al cambio climático natural de la Tierra y confirmar que nuestras emisiones de dióxido de carbono son las responsables.

Como es debido, el episodio y la temporada terminan con una cita de Carl Sagan. La tierra, una mota de polvo azul suspendida en el espacio, más frágil de lo que creíamos.

SOPA y la censura de Internet

SOPA. Probablemente habéis oído hablar de esas siglas últimamente. La Stop Online Piracy Act es un proyecto de ley estadounidense que pretende acabar con la piratería digital aumentando el poder de las fuerzas del orden y de los titulares de los derechos de autor.

¿Suena bien? Por supuesto que no. Pero lo alarmante es que ha recibido críticas incluso de aquellos que se oponen a la llamada 'piratería'. Y es que esta ley se extralimita tanto que pisa el terreno de las libertades civiles de una forma más propia de China que de Estados Unidos.


Con sistemas similares a los de China e Irán, SOPA permitiría al gobierno estadounidense bloquear páginas web que contengan un enlace que inflija algún derecho de autor, al margen de si este enlace ha sido añadido por el propietario de la página. SOPA obligaría a empresas como Megaupload a convertirse en perros guardianes de la más mínima infracción, y como esto es prácticamente imposible tendrían que decidirse entre el bloqueo permanente por infracción y la bancarrota por servicio pésimo. Es una elección imposible.

Y podemos despedirnos del 'uso legítimo'. En Estados Unidos se puede usar material protegido por derechos de autor siempre que se cumpla un propósito propio, como ocurre con las críticas de películas, libros y videojuegos. Este es un derecho protegido por su Primera Enmienda, que asegura la libertad de expresión y de prensa, pero SOPA pretende pasarse por el forro la Carta de Derechos en aras de proteger a las gigantes del copyright.

Los titulares de los derechos de autor son entidades privadas, pero tomarían las riendas del gobierno al marcar como infractor lo que deseen. Este material, ya sea una crítica de una película o una guía de un videojuego, se bloquearía al instante, sin que el gobierno haya llegado a valorar si se trata de una infracción de los derechos de autor. La idea de SOPA ya es pésima, pero su ejecución es simplemente insultante: cede el poder al sector privado para que se protejan a sí mismos. ¿Conflicto de intereses? ¿Dónde? Insultante y ridículo.

Para los usuarios esta ley acabaría con Internet tal y como lo conocemos. Para las nuevas empresas dejaría de ser un terreno fértil. En nombre de proteger la creatividad, el gobierno estadounidense y las empresas promotoras van a mutilar al mayor avance sociotecnológico desde la invención de la imprenta y la única potencia económica que no está en declive.

Este jueves 15 de diciembre se decidirá si se aprueba la ley. Seáis de EE. UU. o no, haceos oír

Escépticos - ¿Hijos de Dios?

Este episodio de Escépticos se mete con la mayor vendedora de fraudes y placebos de la historia: la religión, desde la institución de la iglesia a las mismas ideas teológicas.


El episodio empieza con un «Yo creo que hay algo» y esta es precisamente la forma vagamente deísta, si es que puede definirse siquiera así, en la que creen la mayoría de las nuevas generaciones. En cierto sentido abraza el propósito de la New Age: ser increíblemente inespecífico hasta el punto de no decir nada aunque parezca que se esté diciendo mucho y, por supuesto, nunca -jamás- definir los términos. ¿Y acaso esto no resume a la fe?

Luego están los religiosos a la antigua: quieren a sus dioses muy concretos, juiciosos y discriminatorios respecto a minucias de la vida diaria. Sin duda son más peligrosos, pero también es más fácil de discutir con esta clase de religiosos: definen sus términos y saben lo que creen y, si se trata de una persona por lo demás racional, no es imposible que se le pueda convencer de que está equivocado a través de la lógica pura. ¿Pero qué puede hacerse con aquellos que "creen en algo", tan aterrorizados de tener que pensárselo dos minutos y descubrir que no tienen razones para creer en lo que creen? Es toda una paradoja que esta clase de religiosos, normalmente gente mucho más progresiva, afable y tolerante sea capaz de sacar a cualquiera de sus casillas más que ningún religioso clásico.

Además, los más extremistas tienen razón en algo: la separación entre la ciencia y la religión es falsa. Lo que ocurre es que ante esa realidad ellos ignoran los hechos conscientemente y creen literalmente en sus escrituras, y los racionalistas confían en las pruebas. Pero los religiosos más modernos insisten en una separación absoluta entre los magisterios de la ciencia y la religión... excepto que prácticamente todas las afirmaciones religiosas son existenciales y, tanto en la práctica como al menos en teoría, comprobables.

De una forma u otra ambas clases de religiosos ignoran sistemáticamente distintos grupos de hechos que se apilan incómodamente bajo sus narices con el avance de la modernidad.

Escépticos - ¿Superstición?

Escépticos vuelve a sus principios, esta vez tratando las supersticiones no organizadas.


La superstición es la dogmatización del error humano de confundir correlación o ausencia de relación por causa. La superstición no es más que caer en la falacia de «Post hoc ergo propter hoc»: ocurre algo y lo relacionamos causalmente con un evento inmediatamente anterior. Cuando esa relación se pasa entre generaciones y se dogmatiza nace una superstición.

El programa imparte una lección excelente del azar y de la probabilidad: prácticamente todos caemos en el error de subestimar las probabilidades de que algo ocurra. Esta ciencia tiene un complicado mundo no muy accesible a los que seamos ineptos en las matemáticas, pero por la red encontraremos vídeos de curiosidades probabilísticas muy divertidos e informativos.

Escépticos - ¿Salud de consumo?

Este episodio de Escépticos aborda el producto más rentable: la salud. Y, al contrario de lo que muchos esperarían, no es una cruzada en defensa de las farmacéuticas.


El programa presenta las realidades de los adelantos médicos que han mejorado la vida de una forma que ninguna mente racional pueda negar y las contrasta con el gran efecto secundario de una industria farmacéutica demasiado grande como para poder ser controlada.

En cierto sentido no podría estar más de acuerdo con lo expuesto. Pero también siento más rechazo con las conclusiones de este episodio que con ningún otro. Y es que si bien el programa presenta la situación, no puedo sino pensar que no han hincado el diente en los intereses económicos que afectan a todas las industrias hasta el punto de una ceguera ética.

Pero hay que admitirlo: hablan como un hecho del interés económico desregulado, critican activamente la medicalización de la vida y confirman la histeria popular y el papel de los medios y organizaciones mundiales en ello. Por desgracia, en última instancia estas ideas no forman parte de las conclusiones, unas conclusiones que son ciertas pero incompletas.

Escépticos - ¿Milagro?

Esta semana Escépticos habla de los 'productos milagro' tan típicos en la industria cosmética, basados sobre todo en falsa ciencia, charlatanería y puro marketing engañoso.


Esta clase de estafas no son nada nuevo pero, como se dice en el episodio, últimamente se han abrigado bajo el respeto y misterio que evoca la ciencia usando su terminología. La baba de caracol y las pulseras magnéticas son los mejores ejemplos de la utilización de términos que suenan científicos, comprobados, fiables... pero en realidad no significan nada.

Antes era la magia. Luego la alquimia. Durante el siglo XX fue el poder del átomo. Ahora le toca a la nueva ciencia, y nos encontramos con disparates como la transformación de los genes a base de cremas y hologramas magnéticos que nos ayudan en básicamente todo lo imaginable... ¡Más aún: nos ayudan en todo lo que queramos! Ese es el poder del placebo.

Sin duda esto se debe a un fallo garrafal en la educación y también a la ausencia de regulación en este país sobre lo que puede decirse al anunciar un producto. Aunque esto se trata a fondo en el episodio, he de decir que nada supera al gag recurrente en el que los muchos especialistas calvos del episodio y el mismo presentador, Luis Alfonso Gámez, muestran su brillante cráneo como evidencia de la ineficacia de los crece-pelos.

Hipótesis, Modelo, Teoría y Ley

Entre los más extremistas (e ignorantes en extremo) de los anti-ciencia encontraréis declaraciones como esta: «Pero la evolución es solo una teoría». Sí, pero borrad el "solo". En la ciencia los términos hipótesis, modelo, teoría y ley son grados en una escala pero sin duda no comparten su significado y jerarquía coloquiales. Si creéis que una teoría llega a convertirse en ley o en hecho puede que tengáis que leer este texto. De vuelta a lo básico.

Una hipótesis es en esencia lo que la gente cree: una suposición razonada, la sugerencia de un modelo que necesita ponerse a prueba. ¿Y qué es un modelo? Es una representación útil pero falsa de una hipótesis que funciona parcialmente. El mejor ejemplo es el modelo atómico de Bohr, que figura a los electrones en órbita alrededor del núcleo como si fuera un sistema solar: el modelo es de mucha ayuda pero no pretende ser una representación real del átomo.

Luego está esa palabra. Esa maldita palabra tan maltratada a manos de los creacionistas que deberían acusarles de violar al concepto. Por supuesto, se trata del término teoría. Aunque suela ser sinónimo de hipótesis ese no es su uso científico. En términos sencillos, una teoría es una hipótesis probada, un modelo demostrado que explica ciertos hechos. La Teoría de la Evolución no se descubrió dando palos de ciego. La Teoría del Big Bang no es una idea vaga.

¿Entonces qué es una ley? ¿Por qué estudiar teorías cuando hay leyes naturales que funcionan como si las hubiera escrito en piedra un padre espacial obsesionado con el control? Aunque decepcione a aquellos que siguen los mandamientos de tribus desérticas de hará dos o tres mil años, la verdad es que una ley solo es la descripción fundamental y matemática de un hecho o grupo de hechos que se repite sin excepciones conocidas. Ni más ni menos.

Por ejemplo, la Ley de la Gravitación básicamente dice que «las cosas caen». Para ser justos, es más complicado: «todo objeto con masa en el universo atrae a todos los otros objetos con masa con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa». Es una ley (y una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo) porque no se ha observado ninguna excepción a la regla.

Una ley es una declaración de hechos. ¿Pero cómo ocurrieron? Para responder necesitamos una teoría, que en el caso de la Ley de la Gravitación es la Teoría de la Gravedad. Esta trasciende la simple descripción matemática y nos informa de cómo ocurre de hecho y de cuáles son sus causas. Las leyes no superan a las teorías: unas se ocupan de declarar hechos y las otras los explican. Ambas son necesarias para comprender cualquier fenómeno.

Pero si eso es cierto, ¿cómo es que no hay una ley equivalente para la Teoría de la Evolución? Sencillamente, la evolución no puede describirse como una ley porque el concepto no es aplicable: no existe ni existirá jamás una fórmula matemática de la evolución. La biología rara vez puede expresarse con precisión matemática porque la vida es demasiado compleja. Por supuesto, técnicamente es posible idear una Ley de la Evolución pero solo la omnisciencia nos la podría obsequiar. A menos que la reduzcamos a «La vida evoluciona», claro.

Puede que tras distinguir estos términos se vuelva más obvio por qué supone una afronta a la inteligencia humana el poner avisos como «La evolución solo es una teoría» en los libros de texto de tantísimos niños estadounidenses e islámicos. Sí, es cierto que hay cientos de libros ilegibles dedicados a todas las minucias de los refuerzos filosóficos de estas nociones. Pero también es cierto que estos términos pueden explicarse en cinco minutos.

Aquellos que argumentan que «solo es una teoría» no tienen excusa: son estúpidos a fondo o deshonestos con malicia. En cualquiera de los casos no deberían legislar sobre la educación.
(The original article written in English here: Hypothesis, Model, Theory and Law)

Hypothesis, Model, Theory and Law

Among the most extremist -and extremely ignorant- of the anti-science crowd you will come across statements such as this: "But evolution is only a theory." Indeed, but scratch the only. In science, the terms Hypothesis, Model, Theory and Law are indeed gradations in a scale but they certainly do not share their coloquial meaning or hierharchy. If you think a scientific theory ever becomes a law or a fact you may need to read the following. Let's go back to the basics.

A Hypothesis is pretty much what people think it is: an educated guess, the suggestion of a Model which needs further testing. And what is a Model exactly? That is a useful but untrue representation of a partially workable Hypothesis. A great example of this is the Bohr model of the atom, which depicts electrons circling the nucleus in an orbit not unlike the solar system: the model is very helpful but it is in no way supposed to be a true depiction of the atom.

Then there is that word. That wretched word so misused and mishandled by creationists that they should be prosecuted for raping the concept. It is of course the term Theory. It is usually synonimous with Hypothesis -but that is not its actual usage in science. Simply put, a Theory is a Hypothesis that has been proven to work, a demonstrated model that explains certain facts. The Theoy of Evolution is not a blind stab in the dark. The Big Bang Theory is not a wild guess.

What is a Law then? How is any Theory worth studying when we have actual natural laws that work as if they were written in stone by a control freak space daddy? As much as it might disappoint those who follow the commandments of sand people that lived two or three thousand years ago, the truth is that a Law is just the fundamental mathematical description of a fact or group of facts that repeat without any known exceptions. Nothing more, nothing less.

For example, the Law of Gravitation basically says "things fall". To be fair, it is a bit more complicated than that: "every point mass in the universe attracts every other point mass with a force that is directly proportional to the product of their masses and inversely proportional to the square of the distance between them.". That is a Law (and one of the four fundamental forces of the universe) because there has not been observed any exceptions to the rule.

A Law is just a statement of fact. But how did that happen? To answer that we need a Theory, which in the case of the Law of Gravitation is the Theory of Gravity. This goes beyond the simplest mathematical description of the thing and tells us how it actually works and what causes it. Laws are not above Theories -one is only concerned with statements of facts and the other one explains those facts. Both are needed to understand any given phenomenon.

But if that is true how is it that there is not an equivalent supporting Law for the Theory of Evolution? Plainly, evolution cannot be described as a Law because the concept does not apply: there is not, and never will be, a mathematical formulation of evolution. Biology can rarely be expressed with mathematical precision because life is just so complex. Of course, it is technically not impossible to devise a Law of Evolution, but nothing short of omniscience would grant us such a gift of knowledge. Unless we boil it down to "Life evolves," of course.

After making those distinctions it might suddenly become more obvious why it is such an affront to human intelligence to put warnings such as "Evolution is only a theory" in the Biology textbooks of so many American and Islamic children. It might be true that there are hundreds of long, boring books devoted to the tiniest minutia around the philosophical underpinnings of these concepts. But it is also true that these terms can be explained in literally five minutes.

There is no excuse for using the "Only a Theory" argument: these people are either profoundly stupid or maliciously dishonest. None of those tributes qualify anyone to legislate on education.
(El artículo traducido al castellano aquí: Hipótesis, Modelo, Teoría y Ley)

Escépticos - ¿Homeopatía?

Esta semana Escépticos habla de la homeopatía, la terapia alternativa más popular y rentable.


La decisión de centrar un episodio completo en la homeopatía fue la correcta, y no solo porque sea la medicina complementaria más conocida y vendida sino porque el programa trata de forma distinta a esta práctica que al resto de terapias alternativas. La curación de fe y similares yacen sobre un fundamento lógico profundamente fallido, observable mucho antes de adentrarnos en si obtiene resultados o no. En esencia, en aquel episodio se les tomó a broma porque son una broma y no de muy buen gusto. La homeopatía es otra historia.

Por desgracia, el episodio empieza de forma desastrosa: el ejemplo práctico del lago y la naftalina es profundamente estúpido. Funcionaría muy bien como ejemplo análogo pero, como podría aclarar un homeópata o cualquiera que se moleste en mirar la descripción de la esta terapia alternativa, la homeopatía no funciona así. Curiosamente, más tarde en el episodio sí que se da una definición adecuada y ejemplos reales, pero sin duda no es un gran comienzo.

Aún menos certera es la percepción popular de la homeopatía: no, la homeopatía no son simplemente hierbas machacadas en un tarro. Tras esa confusión Luis Alfonso Gámez ofrece una definición servible de la terapia y presenta a homeópatas profesionales que, en contraste a los que dejaron en ridículo a su campo en el episodio de las medicinas alternativas, representan a la homeopatía con sus mejores argumentos y ofrecen una buena imagen.

El episodio en sí no me ha interesado mucho personalmente, pero eso es porque se trata de una televisación de un debate muy frecuente para mi: ¿cómo es que la homeopatía funciona si no suele existir una sola molécula del ingrediente activo? La hipótesis principal es que el agua almacena memoria de alguna forma, pero este mecanismo ha resultado no ser una posibilidad particularmente viable. Pero, por supuesto, que el mecanismo sea desconocido y no podamos idear uno siquiera plausible no descalifica automáticamente a la homeopatía.

Y entonces se habla de sus resultados: ¿tiene la homeopatía algún resultado? Sí, es obvio que medicarse con homeopatía causa mejoras visibles: alivia el dolor y por tanto es en ese sentido efectiva. Pero luego, ¿es la homeopatía la causante de dichas mejoras o no es más que el efecto placebo con una preparación innecesariamente complicada y por tanto cara? Muchos estudios dicen que la diferencia con un placebo de control es nula y los metanálisis parecen mostrar dicho consenso, pero luego existe un contra-argumento muy inteligente: ¿como puede tratarse del efecto placebo si funcionan también con animales y bebés, que no saben que están medicándose? Ya lo explicamos en un ensayo de Ciudadanos del Mundo:
«Un descubrimiento más curioso y desconocido aún es que ni siquiera es necesario ignorar que [el medicamento] se trata de un falso objeto para que funcione, aunque el efecto será muchísimo menor. A la inversa, el sujeto tampoco tiene que ser consciente de qué se supone que es el objeto. Así ocurre con las mascotas y los bebés, que a pesar de ignorar el concepto "medicamento" sí que están condicionados para responder a los estados de ánimo de sus cuidadores, por no hablar del efecto considerable que tiene el contacto humano sobre los bebés y animales, como la reducción del ritmo cardíaco en perros y caballos. Este hecho responde a las alegaciones de que los perros y bebés mejoran con ciertos remedios de la medicina alternativa: son anécdotas y no estudios de doble ciego que evitarían el condicionamiento y la empatía.».
En otras palabras, apelar a los animales y personas que no solo ignoran el concepto de homeopatía sino también el de medicamento se trata de un fallo metodológico evitable con el doble ciego, que es un tipo de prueba sucintamente pero bien explicado en el episodio. Tras tener eso en cuenta, la homeopatía no solo se queda con una ausencia de mecanismo viable sino también con muy serias dudas de que sea más eficaz que cualquier otro placebo.

En última instancia, Escépticos sigue sin decir nada nuevo para aquellos que ya estamos en el debate popular pero cumple su propósito de divulgar el lado científico de estas cuestiones.

Escépticos - ¿Ciencias ocultas?

Escépticos, el programa de José A. Pérez presentado por Luis Alfonso Gámez, ya está a mitad de camino en su temporada y se adentra por fin en el mundo del ocultismo y la magia.


Los giros históricos que ha dado el ocultismo son muy interesantes. Hasta el siglo XIX fue algo relacionado exclusivamente con la religión, pero con el romanticismo surgió la fascinación por los ilusionistas y los enlaces con el más allá. Aunque sea triste admitirlo, hoy la gente se lo toma más en serio que entonces: por ejemplo, la Ouija fue inventada como un juego de mesa y era saber más común que no se trataba de espíritus sino de una respuesta ideomotriz.

Pero llegó la New Age y florecieron los bulos sobre lo paranormal. Teniendo en cuenta lo anti-corporativista que suele ser esta generación tan crédula, no deja de ser irónico que muchas de estas prácticas se manufacturaran y vendieran para contentarlos: se ha creado toda una industria a costa de la credulidad humana, desde los mediums hasta los cristales sanadores.

En cambio, en los últimos años el ocultismo ha dado otro giro radical y ahora la manera de explicar estos supuestos fenómenos es con lenguaje científico y datos falsos que suenan bien: por lo visto, se debe al potencial inexplorado del cerebro, ya que «solo usamos el diez por ciento». Vivimos en una época en la que la ciencia se respeta, si bien sea más por el miedo a su complejidad que por una verdadera comprensión, así que es de esperar que los mediums y sanadores dejen atrás el afán por el misticismo y se cubran de pretensiones científicas.

Di no al ACTA

El Acuerdo comercial anti-falsificación, más conocido como ACTA por sus siglas en inglés (Anti-Counterfeiting Trade Agreement), es una propuesta para establecer estándares internacionales del cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual.

No solo ha recibido fuertes críticas por sus fines sino también por sus medios: se está negociando con considerable secretismo y de forma no democrática entre representantes no electos de varios países. Y si los medios son tan ruines, ¿qué se puede esperar del fin?


(Seleccionar 'CC' para activar subtitulos - Ver vídeo similar en español)

Entre otras muchas cosas el acuerdo afectaría sobremanera al futuro de Internet. Nos podríamos olvidar de compartir archivos. No solo de aquello normalmente calificado como piratería: ¿soléis ver clips de series de televisión y películas en Youtube? ¿Guías de videojuegos? Si vuestro país firma el acuerdo, podréis olvidaros de todo eso.

Se prevé que 39 países aceptarán esta propuesta. Sí, el medio es aún más insultante que el fin: el ACTA circunvala a los poderes legislativos y a las organizaciones internacionales para servir a la industria del entretenimiento, que en lugar de poner al día su modelo de negocio pretende censurar la fuerza imparable que ha supuesto Internet en el uso compartido de archivos: el acuerdo impondría sanciones criminales contra los proveedores de servicios de Internet que no censuren a sus usuarios, convirtiéndolos a la fuerza en policías de Internet. Esto supone una violación de la libertad de expresión, pero no solo afectaría a Internet: entre otras cosas, el ACTA dificultaría el acceso de medicamentos genéricos a los países pobres.

El acuerdo engloba toda propiedad intelectual y viola casi tantas libertades, así que si queréis echarle un vistazo más profundo, en La Quadrature du Net encontraréis un análisis de la versión final del acuerdo, más sutil en su redacción pero igual de atroz en su intención. En cambio, no todo está perdido: las protestas contra el ACTA crecen y los políticos no se ponen de acuerdo. Un estudio de la Unión Europea indicaba que el acuerdo contiene graves defectos legales y recomienda que se rechace su ratificación en el Parlamento de la Unión Europea.

Hará exactamente un mes se dio una ceremonia en la Estados Unidos, Canadá, Japón y otras cinco naciones firmaron el acuerdo. La comunidad europea no firmó. En los próximos meses el Parlamento Europeo tendrá que votar si consentirá el ACTA. Hasta entonces, haceos oír.

Richard Wilkinson - La desigualdad económica y la salud

Richard G. Wilkinson es un investigador de desigualdes sociales y sus efectos en la salud que, junto con Kate Pickett, escribió la obra The Spirit Level, en la que analizaba la correlación entre la distribución más igualitaria de la riqueza y una mejor salud, menos violencia, abuso de drogas, madres adolescentes, enfermedades mentales, obesidad y otros muchos factores.

Se trata de una gran obra con información esencial que, de ser aceptada, transformaría todo el sistema económico. En cambio, no es el libro más accesible, con muchas gráficas y listados que no podrán mantener a nadie leyendo en vela. Por eso la nueva TED Talk de Wilkinson es una gran noticia: supone un gran punto de acceso a su tesis socioeconómica.


Wilkinson da vida a la conferencia exactamente como al libro: antes de meterse en el análisis, observa que siempre hemos tenido la intuición de que la desigualdad es conflictiva y socialmente corrosiva. Quizá sea una obviedad. Pero ahora de hecho podemos demostrarlo.

Antes de nada desestima el Producto Interior Bruto como verdadera medida de progreso: no existe correlación alguna entre la expectativa de vida y el PIB, aunque sí la haya entre los ricos y pobres dentro de una sociedad particular. Esto se debe a que en una sociedad miramos a los ingresos relativos, la verdadera relación entre la riqueza de individuos: por eso en los países desarrollados el bienestar medio de una sociedad ya no depende del PIB.

De hecho, hasta cierto punto los ricos también se benefician de una sociedad igualitaria. Este dato es esencial para responder a la posición de la derecha hacia la igualdad de ingresos y los mayores impuestos para los ricos. Estas son las dos posibles vías hacia la igualdad social que expone Wilkinson: la indirecta, redistribuyendo los impuestos como en Dinamarca y Finlandia, y la directa, ofreciendo de antemano salarios más igualitarios como en Japón.

Wilkinson también indica que, además de las obvias ventajas y desventajas de ser rico y pobre, la diferencia social en sí misma resulta en ansiedades psicosociales. Al igual que se hizo en nuestro ensayo de la Naturaleza humana, Wilkinson explica estos datos sociológicos apelando a estudios bio-psicológicos: las tareas que peligren el estatus social elevan más los niveles de la hormona cortisol, resultando en mayor estrés y por tanto en mayores posibilidades para las clases bajas de sufrir ataques al corazón y otras condiciones.

Sin duda, The Spirit Level merece la pena y por ello está presente en la bibliografía de Ciudadanos del Mundo, pero esta versión condensada y digerible en forma de conferencia consigue transmitir el mensaje crucial: a mayor igualdad social mejor es la sociedad.

Grecia: «Puta de Europa 2012-2020»

Tras semanas de indecisión y con una Grecia en ruinas, en la cumbre del miércoles pasado la Unión Europea tomó por fin una decisión. El plan, liderado por Alemania y en parte Francia, consiste en convencer a los bancos de que acepten la quita del 50% de la deuda helénica.

¿Se puede actuar con mayor futilidad? La semana pasada ya dijimos que ni una quita del 60% sería suficiente para que Grecia acabará con más productividad que deuda en la próxima década. Además, en un plan basado en promesas políticas y no en decisiones concretas, la UE ha dado a la banca hasta junio para que recapitalice todo el sector financiero europeo.

Y España no se queda muy atrás: está al borde del precipicio junto con Grecia. La Autoridad Bancaria Europea estima que, para remontarse, los cinco mayores bancos españoles necesitarán recapitalizarse en más de veinticinco mil millones de euros. Como comparativa está Alemania en la cola, con cinco mil millones, y en lo alto Grecia, que necesita recapitalizarse en unos treinta mil millones de euros para sobrevivir económicamente.

Por supuesto, el pueblo griego no acepta la decisión. Las protestas, más continuas que en ningún otro país occidental, tuvieron ayer otro empujón al centrarse en el líder del acuerdo de la deuda: el gobierno alemán. Los manifestantes afirman que con este acuerdo han perdido parte de su soberanía y, teniendo en cuenta que el proceso será supervisado directa y estrictamente por el gobierno de la canciller Merkel, es muy probable que así sea.

Es importante comprender que nada de esto había ocurrido antes en la Unión Europea: a efectos prácticos, la economía Griega y por tanto todo el país pertenecerá durante las próximas décadas a las grandes entidades financieras europeas y a Alemania.

Stephen Fry - La Importancia de la Incredulidad

Existen razones para la incredulidad. Ese es y siempre ha sido el foco del debate irreligioso. Al fin y al cabo, el racionalismo y el empirismo no persiguen una forma de contentarnos o complacernos sino la mayor aproximación a la verdad. En palabras de Gustave Le Bon:
«La ciencia nos prometió la verdad o, al menos, el mayor conocimiento accesible a nuestra inteligencia: no nos prometió jamás ni la paz ni la felicidad».
Por tanto, rara vez se trata la importancia de la incredulidad. Al margen de si es cierta, pocos se han centrado en la tesis de que la ausencia de creencia religiosa es también mejor. Pero eso ha hecho Stephen Fry, afamado actor, cómico, símbolo nacional y humanista:


Stephen Fry afirma que no sería una buena idea creer en la la inmortalidad del alma incluso si resultara ser cierto. Su lógica es que dicha creencia es tan reconfortante que llega a ser un opioide y se convierte en un obstáculo para una vida realizada al permitir la racionalización de una eternidad en la que realmente haremos algo de provecho e interés.

También trata su aborrecimiento particular del monoteísmo. Mientras la idea del Dios creador no explica nada al intentar explicarlo todo, el politeísmo es totalmente justificable en la era pre-científica: provee a cada fenómeno de un animus interior, de una personificación de los principios de la naturaleza. En cierto modo, cada dios griego es la versión primitiva de las teorías sociológicas, biológicas, geológicas y cosmológicas propias de las ciencias modernas.

Sin lugar a dudas, no puede decirse lo mismo del concepto de Dios creador del monoteísmo, que en última instancia no es más que el equivalente divino de sacar al conejo de la chistera.

Escépticos - ¿Modificación genética?

Escépticos, el nuevo programa escrito por José A. Pérez y presentado por Luis Alfonso Gámez, deja de lado por primera vez las doctrinas acientíficas y aborda la respuesta irracional a una cuestión en principio muy científica: los organismos modificados genéticamente.


Las críticas al principio metodológico de la modificación están confusas: llevamos milenios modificando el alimento y el ganado a través de la selección artificial y, simplemente, ahora somos capaces de hacerlo mucho más rápido y con más certeza. Las imágenes de este episodio que muestran plátanos, fresas y tomates silvestres esclarecen algo que debería ser obvio para todos: en el proceso transgénico no se pierde ninguna naturaleza o pureza, ya que no existía para empezar. La agricultura de cualquier tipo es intrínsecamente artificial.

Todo este pánico surge de la confusión respecto a lo que significa "natural". El término pierde todo significado posible si se usa como sinónimo de sano y puro, y su verdadera definición es sencilla: aquello que se da en la naturaleza sin intervención alguna. Esto puede ser bueno, malo o irrelevante para el ser humano, como todo lo afectado por la selección natural.

Aunque "naturaleza" no equipare a "sanidad", el concepto en sí es válido. Pero la pureza simplemente no existe: afirmar que existe una versión pura de un organismo es no entender la evolución. La selección natural se mide en tiempo geológico. La selección artificial se mide en centenares y miles de años. La nueva selección artificial podemos observarla con nuestros propios ojos. Sea lento o no, el cambio es constante: no existe una versión pura u original.

Una cuestión muy distinta es la económica. Si bien el principio científico es sensato, su uso no suele serlo: las multinacionales como Monsanto acostumbran a patentar con copyright la semilla y pretenden evitar que las próximas generaciones florezcan, lo cual es muy peligroso. Si bien no es tan dramático, sí que es una pérdida de potencial su uso para que el producto sea, por ejemplo, visualmente más agradable en lugar de más duradero y resistente. Y finalmente, aunque los transgénicos tienen un gran potencial en países pobres, por su mayor tamaño, crecimiento rápido y posibilidad de evitar enfermedades, esto no ocurrirá mientras las empresas que poseen las patentes sigan teniendo como único fin el ánimo de lucro.

No es racional el catastrofismo sobre la pérdida de la biodiversidad y las enfermedades latentes hipotéticas, pero es cierto que cuanto menos dependa el sistema económico del ánimo de lucro más provecho social se podrá sacar de esta técnica.

Elecciones y disensiones en Túnez y más allá

Como un dominó, el ciclo revolucionario árabe comenzó a derribar gobiernos en enero: a Ben Ali le siguió Mubarak y tras una guerra civil también Gaddafi. Y ahora mismo los líderes de Baréin, Siria y Yemen se enfrentan a un alzamiento popular con tales augurios: el gobierno yemení en particular no se enfrenta ya solo a los manifestantes sino también a la nueva resolución unánime de la ONU que condena su violencia y exige la renuncia de Saleh.

Pero con el tiempo las piezas de dominó han dejado de caer y otras nuevas se alzan. Ayer fueron las primeras elecciones abiertas de Túnez en varias décadas, que también suponen las primeras elecciones como resultado de las revoluciones árabes. En cambio, no son elecciones generales: su fin es elegir una asamblea constituyente que reforme o reescriba la constitución.

Los partidos con más posibilidades eran por un lado el Nadha, un partido derechista islámico moderado, y por el otro lado varias propuestas laicas y liberales. Si bien la revolución tunecina se desencadenó por razones económicas, el mayor punto de conflicto de cara a las elecciones ha sido el papel del laicismo y el islam: así, aunque el partido mejor financiado y más popular sea el conservador islámico, se preveía que los laicistas formaran una coalición en su contra.

En cambio, ni una coalición habría sido suficiente y el Nadha ha tomado el cargo con más del 40% de los votos en esta elección y los mayores partidos izquierdistas tienen cada uno un 15% de los votos. Esto significa que los islamistas serán mayoría en la redacción de la constitución y tendrán el control del gobierno hasta las elecciones generales. En cambio, están considerando una coalición con la izquierda para unificarse en la transición.

Y también se habla de elecciones en Libia. La guerra civil ha terminado y la OTAN dejará sus costas para fin de mes, así que los libios comienzan a pasar página. Por desgracia, el conflicto entre la política y la religión es aun mayor en Libia, donde su futuro democrático se ve tintado por la sharía que seguramente será la base de la nación musulmana esté quien esté en el poder tras las elecciones. Así era con Gaddafi y probablemente así seguirá siendo aunque gane un partido laico en Libia, lo cual es improbable si bien no imposible.

Las repercusiones en Siria serían aun más dramáticas si derrocaran a Assad: las razones principales de estas protestas no son económicas sino religiosas, y se dan en las zonas más tribalistas. De hecho, no han florecido las protestas en Damasco y Alepo, las mayores ciudades sirias, y por ello es improbable que Assad pierda el poder. Aunque que la causa principal del alzamiento sea el fanatismo islámico no exculpa al gobierno de las masacres cometidas, es un factor a tener en cuenta que lo diferencia de las otras revoluciones.

El 29O por el impuesto Robin Hood

El movimiento de Occupy the World que comenzó el 15 de octubre dará otro gran impulso en menos de una semana: se prepara otro llamamiento a las masas para el 29 de octubre con el mismo objetivo general, aunque esta vez sea en la víspera de la cumbre de los líderes del G20 para exigir a los poderes políticos un "impuesto Robin Hood".
«Hace ocho años, el 15 de febrero de 2003, más de 15 millones de personas en sesenta países se manifestaron juntas para detener al presidente Bush en su intento de invadir Iraq. Una parte enorme de la humanidad vivió por un día sin tiempo muerto y atisbó el poder del movimiento provocado por los pueblos unidos. Ahora tenemos la oportunidad de repetir esa proeza a una escala incluso mayor.

El 29 de octubre, en la víspera de la cumbre de los líderes del G20, alcémonos para exigir que los líderes del G20 impongan de forma inmediata un impuesto #ROBINHOOD del 1% sobre todas las transacciones financieras y los tipos de cambio. Mandémosles un mensaje contundente: queremos frenar los 1,3 billones de dinero fácil que se mueven alrededor del casino mundial cada día: suficiente dinero para financiar cada programa social y cada iniciativa medioambiental en el mundo».
Mientras las masas proponen soluciones radicales, Alemania y Francia riñen sobre como resolver el problema de la deuda. El único plan que se ha materializado es poco más que un remiendo: el fondo de rescate del euro superará el billón de euros (que saldrán de nuestros bolsillos y de los recortes) y planean quitar el 50% a la deuda pública de Grecia y así bajarla desde el 150% sobre el Producto Interior Bruto actual hasta un 120% sobre el PIB.

¿Es suficente? No: según nuevos informes del FMI y el BCE, sería necesaria una quita del 60% de la deuda helénica para reducirla... solo hasta el 110% de su PIB... para el 2020. En otras palabras, el mejor plan que han sido capaces de formular llevaría toda una década y de todas formas Grecia acabaría con más deuda que valor productivo. En plena crisis mundial esta clase de apaños moderados son ridículos y no hacen más que retrasar lo inevitable.

Precisamente, es debido a estos parches inútiles que la gente está en las calles. Exigen medidas drásticas y reformas radicales en el sistema para asegurar que algo así no pueda volver a ocurrir: aquellos con propuestas concretas quieren más regularización económica y menos dependencia en la Bolsa y en el mercado abierto; en lugar de sufrir medidas de austeridad en los servicios sociales quieren que se suba los impuestos a los ricos con el impuesto Robin Hood y que estos se redirijan a los servicios sociales y a la educación en lugar de a la Defensa, en la que la mayoría de países derrochan cantidades exorbitantes de dinero. En definitiva, quieren igualdad social.

Gaddafi ha muerto

Hoy 20 de octubre ha muerto el coronel Muammar al-Qaddafi, que huyó en agosto cuando los rebeldes tomaron Tripoli y derrocaron su gobierno. Ha estado escondido desde entonces.

El gobierno interino libio ha anunciado que, en su misión de acabar con los últimos vestigios de las fuerzas gadafas en Sirte, han dado con el dictador derrocado: lo acorralaron, atraparon y, tras varias horas de viaje y humillación, lo ejecutaron. Según Mahmoud Shammam, el portavoz jefe del concilio de transición, «Pretendíamos ofrecerle un juicio justo. Parece que Dios tenía otro deseo». Ignoraba que los libios deificaran a las balas.

Junto con Gaddafi ha caído Sirte definitivamente. Su ciudad natal ha resultado ser el último bastión para los gaddafistas, que llevan más de un mes luchando contra las fuerzas del CNT y resistiendo los bombardeos de la OTAN. Una vez tomada Sirte han detenido a otro de los hijos del coronel, al jefe de la seguridad interior y a varios altos cargos del antiguo régimen.

Un mes de asedio. El CNT y la OTAN no han dejado títere con cabeza: una masacre y una ciudad completamente derruida. ¿Existe otra cara de la moneda en este horripilante asunto? Tras 247 días y 30.000 muertos, la guerra civil libia ha terminado. Por desgracia, eso no significa mucho: el resultado de la revolución ha sido una liberación a costa de la destrucción del país.

Goldman cae, Grecia se alza

Solo unas horas después de unas noticias terroríficas en Wall Street, Grecia ha quedado paralizada por una huelga general de dos días. Oh, y España ha caído aun más hondo.


Goldman Sachs, uno de los mayores grupos de inversión del mundo, anunció ayer que este cuatrimestre fiscal había perdido 428.000.000$ (309.494.540€), su mayor pérdida desde que estuvieron al borde de la bancarrota en la crisis del 2008. Aunque la Reserva Federal salvó al grupo transformándolo en un banco comercial, su experiencia cercana a la muerte fue un punto clave en la crisis. Esta pérdida es un mal augurio para la economía mundial.

Las predicciones para la economía española son tan catastróficas que Moody se ha unido a tantas otras agencias de calificación de riesgo en degradar su calificación: de Aa2 a A1. ¿Por qué? Porque previenen que su PBI vaya a crecer solo 1% en 2012. ¿Qué significa esto? Se confía en dichas agencias para medir la certeza de que una entidad pueda saldar sus deudas, así que esta maniobra resta aun más confianza en la economía española. Es un círculo vicioso: más deuda resulta en menos confianza, esto en más deuda y así sucesivamente.


Mientras los mercados hacen malabares con nuestro futuro, el pueblo helénico protesta contra los recortes desmesurados del gobierno en una huelga general de cuarenta y ocho horas. Así han quedado inutilizados ministerios, tribunales, servicios públicos, Hacienda y Aduanas, la enseñanza, la industria y los bancos. Y difícilmente encontraréis abierta alguna gasolinera, farmacia o centro comercial. Grecia ha quedado total y absolutamente paralizada.

Como ya ha ocurrido muchas veces en Grecia las protestas han desencovado en una guerrilla entre los 7.000 agentes de policía y los manifestantes violentos: cócteles molotov, barricadas con las toneladas de basura que los basureros en huelga no han recogido e incontables heridos. Parece que nada cambia en Grecia. Al menos nada cambia a mejor.

Escépticos - ¿Hay alguien ahí fuera?

Hoy Escépticos trataba el fenómeno de los extraterrestres en circunstancias apropiadamente paranormales: el programa aparece ahora en su horario habitual en la red y los jueves en la televisión. Que se emita primero en Internet lo convierte en toda una novedad local.


Con ayuda de especialistas, Luis Alfonso Gámez presenta la ufología y explica la evolución de este fenómeno en la historia y mente humanas. Es toda una ilusión personal que se trate la relación entre este fenómeno y las apariciones religiosas que tan bien divulgó Carl Sagan en El Mundo y sus Demonios, junto con el revelador origen del término «platillo volante» y otros tantos detalles que pueden encontrarse en mayor detalle en dicha obra de divulgación.

Es sorprendente que haya tan pocas diferencias entre los relatos de los alienígenas que experimentan sexualmente con sus víctimas y los súcubos e íncubos medievales. Igualmente, los mensajes moralistas de personajes religiosos y aliens benevolentes están curiosamente limitados al conocimiento humano y a la inquietud social contemporánea, ya sean las brujas o una guerra nuclear. ¿Acaso no son las mismas ansiedades universales filtrados por preocupaciones populares concretas que cambian según la época? Es muy probable.

De todas formas, el verdadero foco de atención del programa son los fraudes y los anhelos humanos alrededor de la ufología. El único problema del episodio es externo: al contrario que en los casos de los episodios anteriores, el escepticismo hacia la ufología es popular y quizá mayoritario, así que puede que el programa no haya sido una novedad para tantos.

"Wickedness in high places"

The reasons for the global protests that political and financial high circles are facing right now should be obvious for anyone who bothers to pay attention to the state of the world. They don't need to be repeated. However, there is a question I cannot avoid approaching: self-criticism.

One of the common tactics among activists who demonstrate in defence of political, social and economic change is the demonization of the upper echelons. I already put forward my critique in the case of the potential actions the UN could take in Syria: I argued that "as much as we love to ascribe to politicians qualities of an incredible demonic perversion" the reality is much more mundane. It has a lot more to do with the natural course of the relationship between politics and economics than with an intrinsic malevolence in the hearts of politicians.

We have a tendency toward considering anyone with different belief systems "evil" and considering the representatives of our ideologies "good". Even though everything would be much simpler if such binary distinctions were to be found in the real world, I am afraid that politicians and bankers are not the underlings of Satan but human beings, however much harm they do. This does not absolve them -it helps us to understand the real picture.

Unfortunately, that is not an emotionally satisfying explanation for those who embrace a dualistic morality. In the Epistle to the Ephesians, chapter six verses eleven and twelve, Saint Paul does indeed know how to sell us a war against the "wickedness in high places":
"Put on the whole armour of God, that ye may be able to stand against the wiles of the devil. For we wrestle not against flesh and blood, but against principalities, against powers, against the rulers of the darkness of this world, against spiritual wickedness in high places." -Ephesians 6:11-12, King James Bible
Even if they are actually alluding to demons and the heavens, those lines are very similar to the fanatical criticism of politicians and bankers. Moreover, the smear against the latter is usually in the companny of a pretty conspiratorial anti-Semitism, albeit not as paranoid as the delusions of many about a "Illuminati" elite controlling the world. It is a perfect system of cult mentality: if I criticise their convictions it must mean I am part of the "Illuminati" conspiracy.

This practice does not only sadden me because it shows the superstitious mentality of so many. No, my sorrow and self-criticism may be encompassed in a single question: in a world brimming with legitimate reasons to accuse our rulers and demand global change, do we really need to fall back upon demagoguery and irrational dualism?

The correct answer is "no", by the way.

(Leer la versión original: «La maldad en los lugares altos»)

«La maldad en los lugares altos»

Las razones para las protestas globales a las que ahora mismo se enfrentan las altas esferas políticas y financieras deberían ser obvias para todo aquel que preste atención al mundo. No hace falta repetirlas. En cambio, hay una cuestión que no puedo evitar abordar: la autocrítica.

Una de las tácticas más comunes entre los activistas que se manifiestan en defensa de un cambio político, social y económico es la demonización de las altas esferas. Ya adelanté mi crítica en el caso de las potenciales acciones de la ONU en Siria: argumenté que «por mucho que nos encante atribuir cualidades de una increíble perversión diabólica a los políticos» la realidad es más mundana y tiene mucho más que ver con el desarrollo natural de la relación entre la política y la economía que con una maldad intrínseca en el corazón de los políticos.

Tendemos a considerar «malvado» a todo aquel con creencias arraigadas distintas y «benévolo» a los mayores representantes de nuestra ideología. Aunque todo sería mucho más simple si dichas distinciones binarias existieran en el mundo real, me temo que los políticos y banqueros no son secuaces de Satanás sino personas humanas, por mucho daño que hagan. Esto no les exculpa a ellos: nos ayuda a nosotros a entender la verdadera situación.

Por desgracia, esa no es una explicación emocionalmente satisfactoria para aquellos que abracen el dualismo moral. En la Epístola a los Efesios, capítulo seis versículos once y doce, San Pablo sí que sabe vendernos una guerra contra «la maldad en los lugares altos»:
«Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra la maldad espiritual en los lugares altos» -Efesios 6:11-12, versión King James
Si bien se refieren a demonios y a los cielos, estas líneas son muy similares a la crítica fanática de los políticos y los banqueros. Además, la difamación contra estos últimos suele ser inseparable de un antisemitismo conspirativo, si bien no tan paranoide como los delirios sobre una élite de «Illuminati» que domina el mundo. Es un sistema perfecto de creencia sectaria: si critico sus convicciones significa que formo parte de la conspiración de los «Illuminati».

Esta práctica no solo me apena porque muestra el pensamiento supersticioso de tantos. No, mi amargura y la autocrítica pueden englobarse en una sola pregunta: en un mundo infinitamente repleto de razones legítimas por las cuales acusar a nuestros gobernantes y exigir un cambio radical, ¿de verdad tenemos que recurrir a la demagogia y al dualismo irracional?

La respuesta correcta es «no», por cierto.

(Read the English translation: "Wickedness in high places")

15O, protesta global

Hoy 15 de octubre será un día histórico aunque no suponga el punto crítico de la transición hacia un sistema socioeconómico igualitario: es la primera protesta global descentralizada. ¿Global pero descentralizada? Siempre que esto no resule en un romántico caos populista, lo cual es posible, no es un mal augurio para la humanidad.


El mundo está indignado y no es difícil saber por qué. Esta misma semana Europa ha vuelto a tratar de curar sus heridas con meros parches: se ha evitado la caída de Dexia dividiéndola en tres (aunque Bélgica de hecho ha nacionalizado su parte); Alemania y Francia han acordado un plan para recapitalizar la banca; y la troika europea entregará a Grecia ocho mil millones de euros (8.000.000.000€). Este sistema es todo un maestro en retrasar lo inevitable.

Así que no: las altas esferas no aprenden de sus errores. ¿Y por qué iban a hacerlo? Ellos no han perdido nada. En esta crisis los grandes bancarios, junto todo aquel cuyo trabajo no produzca más que movimiento monetario, han ganado dinero en lugar de perderlo. No olvidemos que uno de los mayores impactos de las crisis económicas es la extensión de la desigualdad social. El incentivo es el lucro y este no es capaz de indicar barreras éticas.


Ha llegado la repercusión lógica: revueltas populares. Sí, pueden ser la llama que haga estallar la inflamable civilización moderna. Pero también pueden cambiar el mundo. Los indignados marchan hoy por 951 ciudades: 500.000 madrileños han vuelto a la Puerta del Sol; 250.000 marchan por Barcelona, 50.000 por Sevilla y 11.000 por Bilbao; y en Nueva York han brotado cinco mil manifestantes a los que se les ha unido el resto del país. Frankfurt, Amsterdam, Dublin, Sydney, Sarajevo, Tokio, Londres... El mundo está ocupado.

El pacifismo promovido tanto por Democracia Real Ya como por Occupy Wall Street se ha respetado en todas partes excepto en Roma, donde las protestas se han tornado violentas cuando un grupo ha quemado un edificio del Ministerio de Defensa. El enfrentamiento contra la policía recuerda a Grecia o quizás incluso a los primeros días de las revueltas en Egipto:


A pesar de los incidentes ha sido un comienzo esperanzador. Como con el 15M, sabremos si ha cuajado en unas semanas. Compañeros: ha comenzado el movimiento del 15O.

Siria fuerza su suerte

A pesar de que toda la política internacional se esté removiendo por Siria, una de las noticias más sorprendentes viene de Yemen: el presidente Saleh dejará su cargo... pero seguramente se quedará hasta las elecciones, lo cual no ayuda a acallar el escepticismo popular.

Y es que esta semana dejamos las altas esferas y volvemos a centrarnos en el pueblo, en un pueblo árabe que, me temo, está años atrás en la lucha por el laicismo: el domingo murieron 26 personas en la capital egipcia cuando estalló una lucha entre varios musulmanes y una marcha de cristianos coptos que protestaban contra la destrucción de una iglesia.

La violencia fue a peor cuando llegó la policía militar: la mayoría de las víctimas eran cristianos que murieron a mano de la policía. Los coptos culpan a un grupo de instigadores islámicos y a los militares, mientras el concilio militar ha culpado a los coptos de incitar a la violencia. Por desgracia, tal tribalismo muestra la dificultad de implementar el laicismo en los países árabes.

Otra víctima de esta intolerancia desproporcionada es Túnez. El día 9 centenares de extremistas musulmanes se reunieron en la mayor universidad del país para protestar violentamente contra el cierre de una mezquita cercana al campus y la prohibición de llevar el niqāb, el velo de rostro completo que forma parte del ḥiŷāb, un código de vestimenta adoptado de las culturas bizantina y persa que no forma parte del libro sagrado Qur'an o de los ḫadīṯ. Pero como suele ser, los más fundamentalistas ignoran dichos conocimientos fundamentales.

Mientras tanto el gobierno sirio se mantiene desafiante ante las amenazas de la ONU y el reconocimiento del concilio de la oposición por parte de la UE: "tomarán medidas duras" contra cualquier estado que legitime a la oposición. Ante este desafío Rusia ha dejado claro que, si bien vetó las sanciones junto con China, no se trata de un apoyo incondicional: Assad debe llevar a término las reformas prometidas inmediatamente. ¿Assad escuchará? Quizá, pero no olvidemos que tiene apoyo popular: hoy mismo decenas de miles de ciudadanos han marchado en Damasco para apoyar a su presidente y rechazar cualquier intervención.

Eso sí: la oposición es cada vez mayor y más fanática, y la ONU no podrá ignorar durante mucho más unas revueltas que no solo se han cobrado entre 2.900 y 3.600 vidas sino que también han puesto al gobierno sirio en una posición potencialmente ofensiva.

Escépticos - ¿Las ondas del mal?

El tercer episodio de Escépticos trata una falacia acientífica realmente popular y polémica: la supuesta relación causal entre el electromagnetismo de las antenas de móviles y el cáncer.

Debido a la duda razonable en la sociedad la cuestión se aborda con mucho más respeto que en episodios anteriores. La entrevista integra que exige el Dr. Antón Erkoreka es ejemplo de ello. Al contrario que la astrología, este asunto merece un verdadero estudio intelectual.


Los alumnos de Física son particularmente críticos: la broma de que según la lógica fallida del «Post hoc ergo propter hoc» la constitución española causa cáncer da en el clavo: toda la argumentación se basa en confundir la correlación coincidente con la causalidad.

¿El cáncer aumentó en el siglo XX? ¿Puede ser que vivamos más y por tanto tengamos más oportunidades de contraerlo antes de morir? No: debe ser algo que apareció en el siglo XX, como las antenas... o la lavadora, la aspiradora, el bolígrafo, el código de barras y la tarjeta de crédito. Sin conexión causal plausible, correlacionar el aumento de la incidencia del cáncer y las ondas modernas es tan significativo como decir que lo causa la constitución.

Como de costumbre en este programa, las verdaderas lecciones son de pensamiento escéptico aplicable a cualquier cuestión: se aborda la práctica de tratar anécdotas con el mismo peso que pruebas demostrables; la percepción mediática alarmista afectando a la legislación; en quién recae la carga de las pruebas; y la falacia de causalidad y el placebo al sentir que el causante de un malestar es el WiFi, el microondas o una antena telefónica.

Y por supuesto el episodio solo podía acabar así:
«La filosofía de Escépticos es separar la verdad probada de las afirmaciones no demostradas, así que este programa solo puede tener una conclusión: a día de hoy la ciencia no ha encontrado relación entre las ondas electromagnéticas y enfermedad alguna, y te doy mi palabra de que nosotros no estamos pagados por empresas telefónicas. Por supuesto, no tienes por qué creernos. Mejor: sé escéptico».

"IndigNation contra Wall Street" de Barbara Celis

El tratamiento de «hippies» que han recibido los participes de Occupy Wall Street en los medios de comunicación es depresivamente similar a la percepción mediática del 15M. Pero, en contadas ocasiones, surge una crónica que no ignora las demandas de los manifestantes o la heterogeneidad de edades, sexos y clases que existe en estos movimientos.

Este reportaje de Barbara Celis para El País es uno de esos refrescantes casos:
"He sido diplomático durante 15 años. He asistido a decenas de reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU, me he sentado con jefes de Estado de todo el mundo, he visto cómo los Gobiernos se dejan corromper por los bancos y las empresas y al final, me convertí en un cínico. Pero durante las últimas dos semanas he recuperado mi pasión por la política, que alimento desde niño. Una de las conversaciones más interesantes que he vivido en los últimos años la tuve sentado en la plaza de la Libertad".

Carne Ross no es un joven romántico,
hippie o perrofláutico. A muchos de los integrantes del 15-M se les trataba de encasillar ahí y ahora ocurre lo mismo con su réplica estadounidense, los que apoyan al movimiento Occupy Wall Street, nacido hace tres semanas en Nueva York y contagiado ya, en pequeñas dosis, al resto de Estados Unidos. Ross es la prueba de que esos movimientos incluyen a gente heterogénea, desde estudiantes a personas con larga trayectoria profesional. Ross era parte del cuerpo diplomático de Gran Bretaña hasta 2004, en que renunció a su puesto ante la ONU, un año después de la invasión de Irak, "por problemas de conciencia ante una guerra que justificamos creando pruebas inexistentes".

Él habla de la Plaza de la Libertad, el nombre con el que se ha rebautizado el parque Zucotti, en las inmediaciones de la zona cero, el lugar de Nueva York donde se mantiene el movimiento de protesta. Carne Ross, cerca de los cincuenta, define así la plaza: "Quienes afirman que solo hay un puñado de idealistas trasnochados no tienen ni idea de lo que está pasando. Allí se está construyendo el futuro, cada tarde, con la voz y la participación de todos. Sé que cuesta entenderlo cuando has vivido creyendo que la democracia de partidos es la mejor forma de gobierno posible. Pero somos muchos los que hemos dejado de creer en el voto y ahora buscamos nuevos caminos a través de la participación ciudadana". Hoy dirige Independent Diplomat, una organización que da "asesoramiento diplomático" a aquellos que apenas tienen voz, como el Frente Polisario. Para él, entrar en la plaza de la Libertad, donde se desarrolla la protesta contra el poder financiero que encarna Wall Street, ha significado poder escuchar un crisol de propuestas que se construyen día a día en las asambleas abiertas y grupos de trabajo independientes, sin líderes ni mayorías, solo con decisiones consensuadas.

¿Quiénes están realmente en el corazón de la protesta? Lo que arrancó "con bastante gente antisistema, en el sentido tradicional de la palabra", se ha abierto deprisa a "un crisol muy amplio de ciudadanos, incluida mucha gente que pasaba de política o sindicatos, organizaciones que aquí no se ven con recelo como ocurría en España, sino como una forma de hacer crecer el movimiento". Lo explica Antonio, un español implicado en la indignación neoyorquina, que pide ser llamado simplemente así.

Robert Grodt, uno de los jóvenes pioneros de la plaza, lo confirma. "Yo estoy a favor de todos los que se quieran unir. Los sindicatos son bienvenidos, siempre que entiendan que aquí no queremos líderes. Y los famosos, igual. Muchos son muy majos. Y nos traen más gente, así que está bien que se sigan sacando fotos por aquí. Este lugar está abierto a todos", asegura Grodt, californiano, de 24 años. [...]

La protesta en Wall Street arrancó el pasado 17 de septiembre con una tímida manifestación de apenas 2.000 personas. Los participantes apuntaron con el dedo al culpable genérico de la crisis económica: el poder financiero, ese 1% que posee el 40% de la riqueza de un país en el que 46 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza, 50 millones carecen de seguro médico y el índice de desempleo no baja del 9% -muy alta para la historia laboral de Estados Unidos-. Solo 110 millones de electores, de los más de 230 millones que podrían haberlo hecho, ejercieron su derecho al voto en las últimas elecciones presidenciales.

Esas cifras podrían extrapolarse a la situación que se vive en otros países democráticos, donde la crisis económica ahoga y la participación electoral se reduce. "Creo que el 15-M destapó una España secuestrada por el voto útil, dio un puñetazo sobre la mesa y dejó claro que en una democracia bipartidista, cuando ambos partidos son fagocitados por corporaciones y bancos, incluso ese voto deja de servir y hay que buscar otras vías. En Estados Unidos creo que va a pasar lo mismo que en España".

Otros sostienen que el discurso del líder político ha muerto. "Barak Obama era el más preparado, el más inteligente, el más guapo... y no ha hecho nada de lo que prometió. Seamos benevolentes y digamos que no le han dejado los republicanos. No importa. Solo demuestra que votar y luego irte a tu casa y esperar a que los políticos te resuelvan la vida ya no funciona. Por eso hay que valorar el movimiento político Occupy Wall Street. La alternativa al poder somos nosotros, todos los ciudadanos". Todo esto lo explica Antonio, filólogo, que participó en la marcha en apoyo a la Spanish Revolution del 21 de mayo pasado en Nueva York, de la que se escindió un grupo que apostó por la internacionalización del movimiento 15-M. [...]

Tres semanas después de nacer, el movimiento sigue creciendo tras el apoyo recibido en una marcha de 20.000 personas organizada por los sindicatos para sellar su compromiso con Occupy Wall Street. Jackie di Salvo, una profesora universitaria implicada en la organización, fue la que buscó su apoyo. "Ya no tienen tanto peso como antes pero agrupan y defienden a miles de personas en este país que representan a la clase trabajadora, la que sufre la crisis. Sabía que su apoyo era fundamental para impulsar este movimiento, aunque aquí nadie quiera líderes". En el seno de esos sindicatos, incluido el de ella, el debate sobre Obama está candente, según confirman a este diario miembros de diversos colectivos.

El tejido de organizaciones civiles estadounidenses, fuerte hasta 1968, fue aniquilado poco después: asesinados o encarcelados sus líderes políticos, se eliminó la educación gratuita universitaria, se encareció la vivienda y el seguro médico, y los jóvenes dejaron de tener tiempo para implicarse políticamente: había que ganar dinero para pagar los estudios. En Nueva York, uno de los bastiones progresistas del país junto a California, la ley Taylor penalizó las huelgas de empleados públicos, reduciendo así el poder de los sindicatos de forma radical. Las protestas antiglobalización de Seattle marcaron un renacer de los movimientos sociales a finales de los noventa. Pero el 11-S los abortó, transformando a todo activista en sospechoso de terrorismo. "Perecimos bajo la ola de patriotismo y militarismo que siguió a los ataques (a las Torres Gemelas) y nos hizo desaparecer completamente", recordaba Naomi Klein.

El movimiento contra Wall Street marca una nueva etapa en ese sentido, que simbólicamente también grita "la imaginación al poder", pero de momento, y sobre todo, "banqueros a la cárcel", "políticos, a casa" y "ciudadanos al ágora, a crear una nueva democracia". En la plaza de la Libertad les bendice desde el primer día una escultura a la que muchos se refieren como "ese chisme rojo". La firma el expresionista abstracto Mark di Suvero y su título es Alegría de vivir. Es el sentimiento que de momento se respira entre los indignados por haber ocupado las calles y abrazado el debate de ideas. Y es posible que eso también sea una paradoja. Alegría e indignación nunca fueron de la mano. ¿Hasta ahora?

De camino al 15O

A solo unos días del crítico quince de octubre las masas se inquietan e irgen contra un sistema que les ha fallado y tiene los días contados en la cuna de la civilización moderna. Y no lo dudéis: si Europa cae en una crisis y desunión definitiva, detrás irá nuestro tío Sam.

Acababa de comenzar la semana cuando la Bolsa en Europa y Asia cayó en picado por el miedo a que Grecia no pueda pagar sus deudas y Europa recaiga. En efecto el gobierno griego anunció que no podrá cumplir a tiempo los objetivos impuestos por el triunvirato de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional: a pesar de los numerosos e infames recortes, Grecia sigue en déficit y entra en una abismal recesión.


Por supuesto, en menos de un día quedó claro que el resto de Europa no se salvaba: el banco y referencia financiera Goldman Sachs ha previsto que para mediados de 2012 no solo España e Italia sino también Alemania, Francia y Holanda sufrirán una recaída en la recesión. En tanto, Francia y Bélgica están buscando una forma de salvar a la recién derrumbada Dexia, una de las mayores financiadoras del sector público. Bélgica ya tiene sus problemas (hasta ayer mismo llevaban un récord de 16 meses sin gobierno electo) pero el primer ministro interino se pronunció al respecto: se está considerando la nacionalización del banco.

El resto de respuestas a esta inminente recesión varía entre nula y pésima. Además de los recortes económicos en Italia, España y por supuesto Grecia, el jueves el Banco Central de Inglaterra inyectó 75.000.000.000£ (ochenta y siete mil millones de euros) en la economía británica, retrasando lo inevitable y evitando el problema de raíz. La réplica popular es más caldeada: la huelga general en contra de las medidas de austeridad ha paralizado a Grecia y ha devuelto la violencia a las calles, con unas docenas de manifestantes que no siguieron el ejemplo pacífico de los otros dieciséis mil. Adivinad qué grupo apareció en las noticias.


Tampoco han desaparecido las protestas de EE.UU., que auguran el decisivo 15O. El movimiento en Nueva York se ha revitalizado al ganarse el apoyo de varios sindicatos, decisión aceptada a regañadientes, aunque con menos recelo que en España con el 15M, debido a la sumisión de los sindicatos al partido demócrata. Aunque con una fuerza menor que los miles en Nueva York, el viernes Washington D.C. se unió con decisión a las protestas.

A pesar del impacto de este movimiento, los medios estadounidenses básicamente lo han ignorado, especialmente en televisión. Ha de decirse que, entre los escasos reportajes, el del conocido presentador izquierdista Keith Olbermann es el más honesto. En mitad del programa hace lo que ni siquiera hicimos en nuestra cobertura de las protestas: leer toda la Declaración de la ocupación de Nueva York. Sabiendo inglés o no, su rabia se percibe entre líneas:


En menos de una semana se dará el 15-O en pos de un cambio político-económico global. Es difícil, por no decir imposible, predecir qué pasará exactamente. ¿La primera revolución global o una serie de revueltas olvidadizas? Para bien o para mal, pronto lo sabremos.