Escépticos - ¿Las ondas del mal?

El tercer episodio de Escépticos trata una falacia acientífica realmente popular y polémica: la supuesta relación causal entre el electromagnetismo de las antenas de móviles y el cáncer.

Debido a la duda razonable en la sociedad la cuestión se aborda con mucho más respeto que en episodios anteriores. La entrevista integra que exige el Dr. Antón Erkoreka es ejemplo de ello. Al contrario que la astrología, este asunto merece un verdadero estudio intelectual.


Los alumnos de Física son particularmente críticos: la broma de que según la lógica fallida del «Post hoc ergo propter hoc» la constitución española causa cáncer da en el clavo: toda la argumentación se basa en confundir la correlación coincidente con la causalidad.

¿El cáncer aumentó en el siglo XX? ¿Puede ser que vivamos más y por tanto tengamos más oportunidades de contraerlo antes de morir? No: debe ser algo que apareció en el siglo XX, como las antenas... o la lavadora, la aspiradora, el bolígrafo, el código de barras y la tarjeta de crédito. Sin conexión causal plausible, correlacionar el aumento de la incidencia del cáncer y las ondas modernas es tan significativo como decir que lo causa la constitución.

Como de costumbre en este programa, las verdaderas lecciones son de pensamiento escéptico aplicable a cualquier cuestión: se aborda la práctica de tratar anécdotas con el mismo peso que pruebas demostrables; la percepción mediática alarmista afectando a la legislación; en quién recae la carga de las pruebas; y la falacia de causalidad y el placebo al sentir que el causante de un malestar es el WiFi, el microondas o una antena telefónica.

Y por supuesto el episodio solo podía acabar así:
«La filosofía de Escépticos es separar la verdad probada de las afirmaciones no demostradas, así que este programa solo puede tener una conclusión: a día de hoy la ciencia no ha encontrado relación entre las ondas electromagnéticas y enfermedad alguna, y te doy mi palabra de que nosotros no estamos pagados por empresas telefónicas. Por supuesto, no tienes por qué creernos. Mejor: sé escéptico».

2 comentarios:

Bale NIETO dijo...

Lo mismo se decía de los RX y de tantas otras cosas para las cueles la ciencia a necesitado tiempo, medios y muchas evidencias para fijarse en ellas y prestarles la debida atención para investigar, por lo que la prudencia antes estas tecnologías, máxime cuando empiezan a haber, digamos que sospechas, es lo menos que la historia nos impone... 

Luka Nieto dijo...

Es cierto que quizá sea exagerar decir que no hay un mecanismo "plausible" por el cual pudiera hacer daño. Que sepamos no hay un mecanismo POSIBLE, pero podemos imaginarnos uno, aunque una vez miras a las cifras queda claro que todos y cada uno de nosotros tendríamos cáncer antes por el microondas que por las antenas, y antes por la luz del sol que por ninguno de esos inventos.

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