Bajo las cámaras

La libertad de los ciudadanos es un tema que hemos tocado aquí regularmente, pero no hemos hablado en absoluto acerca de la inutilidad de las cámaras de vigilancia, excepto quizás indirectamente. Aun así, hablaré de ello así, a través de las palabras de otro, con un artículo muy interesante que he encontrado gracias a Versvs, un espacio que podemos encontrar en nuestra lista de páginas de interés.
Casi 50 cámaras en el barrio de Lavapiés y otras 150 en el resto de Madrid. Barcelona acaba de instalar siete cámaras más en La Rambla, que se suman a las nueve en la zona del Raval y el barrio Gótico. Valencia cuenta con un sistema de webcams con el que se realiza un control estadístico de afluencia de público a playas y Sevilla tiene un sistema de cámaras en la zona centro que está pensando en ampliar. Pero, ¿nos inquietan a los españoles tantos ojos mirando nuestras vidas?

El último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) confirma que no, que un 75% de los encuestados no ve mal la instalación de cámaras de seguridad, públicas o privadas. El argumento suele ser la mejora de la seguridad, como en el caso de la calle Montera de Madrid, donde, como comentan desde la Concejalía de Seguridad, la vigilancia ha ayudado a proteger a los turistas. Las cámaras se terminan poniendo, según las autoridades, "a petición de los ciudadanos".

Pero el crecimiento exponecial de la vigilancia ha llevado a algunos colectivos a organizarse contra la mirada indiscriminada y orwelliana de la administración. Un informe reciente de la Agencia de Protección de Datos advierte de que la instalación de dispositivos de vigilancia se duplicó en España de 2007 a 2008 y, a falta de datos definitivos, prevé un crecimiento mucho mayor en el año 2009.

"No es bueno que una sociedad democrática desarrolle tolerancia a la presencia de cámaras", aseguran desde el colectivo Zemos98, para quienes los datos de proliferación de cámaras es "alarmante". Esta asociación lleva años esgrimiendo argumentos teóricos y prácticos contra la videovigilancia con diferentes proyectos, como 'La calle es de todos' o 'Capsula Orwell'. Para ellos es evidente la erosión al derecho de la privacidad y por eso organizan acciones como la que han protagonizado recientemente contra las cámaras que vigilan el acceso a la almendra de Sevilla.

La doble función de las cámaras de tráfico

En el barrio madrileño de Lavapiés, un grupo de vecinos ha venido organizando protestas y diseñando carteles bajo el nombre 'Un barrio feliz', una clara referencia al título de Aldous Huxley. Otros colectivos, como Portuseguridad.org, denuncian un problema en el que muchos no habían reparado: las cámaras que vigilan el tráfico "se están utilizando para seguridad ciudadana, sin tener autorización para ello".

A parte de las cámaras de la DGT en carreteras o autopistas, se están instalando dentro de las ciudades cámaras en semáforos de cruces "conflictivos", también dependientes de ayuntamientos, las cuales nos son familiares de teleseries estadounidenses. En Madrid ya existen 15, con autonomía para multar. También las hay en León, Bilbao o Barcelona.

De alguna manera, argumentan desde estos colectivos, la videovigilancia está condicionando la vida pública. "A pesar de estar acordes con la legalidad vigente (Ley Orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de protección de los datos de carácter personal LOPD), las cámaras no distinguen entre los que cometen delitos y los que no. Además, no es efectiva. Y sí existen estudios al respecto sobre su poca efectividad".
El artículo dice todo lo que yo podría decir y más (y mejor), así que hoy no me molestaré en dar mi opinión al respecto; sólo os enlazo al artículo, que de hecho ya tiene varios enlaces en sí. Disfrutad del viaje entre enlaces que os supondrá su lectura.

David Bravo - Ley de Economía Sostenible

La Ley Sinde que comenté recientemente no sólo ha levantado revuelo por la red. David Bravo, abogado especialista en propiedad intelectual y derecho informático del que ya hemos hablado por aquí, ha levantado la voz una vez más con una carta enviada al Consejo General del Poder Judicial a propósito de esta patraña.

Sin más dilación, aquí os la reproduzco, directa de su blog personal:
AL PLENO DEL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL

Excelentísimos señores:

Mi nombre es David Bravo Bueno y soy abogado en ejercicio con despacho profesional en Sevilla. El motivo de la presente es la reciente aprobación en Consejo de Ministros del Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible en cuya Disposición Final Primera se prevén determinadas reformas del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual y de la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información.

Las reformas propuestas pueden resumirse sucintamente en que mediante las mismas se atribuiría a una comisión del Ministerio de Cultura la potestad de decidir si desde una página web se están vulnerando derechos de propiedad intelectual procediendo, en caso de que así lo consideren, al cierre de la misma o a la retirada del contenido objeto de controversia. En ese procedimiento se reservaría a los Juzgados Centrales de lo Contencioso Administrativo la función de autorizar el cierre acordado por la Comisión, pero impidiendo que puedan entrar en el fondo del asunto, esto es, impidiendo que supervisen si efectivamente existe la infracción que motiva el cierre. De este modo, el ámbito de las competencias judiciales quedará limitado a analizar, no la pertinencia de la medida acordada, sino si la ejecución de ésta afecta a los derechos fundamentales de libertad de expresión o información.

Aunque puede ser utilizada por cualquiera y para perseguir cualquier tipo de página web si el denunciante considera que lesiona sus derechos, la reforma está pensada para otorgar a la industria de los contenidos una vía administrativa rápida que les permita lograr el cierre de un determinado tipo de página web: las conocidas como páginas webs de enlaces. La actividad de estas webs consiste en la de ofrecer enlaces a archivos que miles de ciudadanos intercambian entre sí utilizando ciertos programas informáticos. Es importante subrayar que estas páginas no tienen más contenido que los enlaces referidos y que carecen de archivo alguno, encontrándose éstos en los discos duros de los ordenadores personales de aquellos usuarios que han decidido compartirlos.

Para entender los motivos que encierra la propuesta incluida en la Ley de Economía Sostenible, es necesario explicar cuál ha sido el resultado de las acciones penales y civiles que desde hace años ejerce la industria de los contenidos contra este tipo de página web.

En el año 2006 se produjo una redada que tuvo como fruto la detención de 15 personas por administrar páginas de enlaces como las que acabo de describir. Todas ellas fueron imputadas por un presunto delito contra la propiedad intelectual (art. 270 CP) y los procedimientos recayeron en diversos juzgados de instrucción repartidos por varias ciudades españolas. Esta operación fue calificada por la entonces Ministra de Cultura, Dª. Carmen Calvo, como una de las más importantes actuaciones en defensa de la propiedad intelectual realizadas durante ese año 2006.

Sin embargo, con las excepciones que se dirán, las resoluciones hasta ahora recaídas en estos casos resolvieron el sobreseimiento de las actuaciones al entenderse por los diversos Juzgados que examinaron cada uno de estos asuntos que la actividad realizada por los imputados era penalmente atípica. Así sucedió en los casos de las páginas webs Sharemula, Tvmix.net, Todotorrente.com, Emule24horas.com, Spanishare.com, Cvcdgo.com, Etmusica.com, Elitemula.com, Indicedonkey.com y Naiadadonkey.com. El denominador común de la argumentación de esas resoluciones es que un enlace es una mera cadena de caracteres alfanuméricos que indica dónde se halla un contenido pero que no lo reproduce ni lo comunica públicamente. Un enlace sería pues un “mero dato fáctico” -por seguir la expresión utilizada por el profesor Garrote y la Audiencia Provincial de Madrid al resolver el caso Sharemula- que por sí mismo no realiza ningún acto de explotación de derechos de propiedad intelectual. Por lo tanto, dado que no existe el elemento objetivo del tipo -reproducción o comunicación pública de la obra- resulta irrelevante analizar si concurre o no ánimo de lucro, puesto que la existencia de éste sin la de aquél deja incompleto el tipo penal.

De este modo, los que realizan los actos de reproducción y/o comunicación pública son los propios usuarios que gratuitamente intercambian esos archivos en las redes P2P y no quien simplemente enlaza a tales archivos desde este tipo de webs. De nada serviría -siguiendo el razonamiento de las resoluciones mencionadas- acudir a la figura de la cooperación necesaria porque la actividad de estos usuarios es atípica penalmente ya que no obtienen rendimiento económico alguno por su actividad. No siendo delito la actividad de los usuarios, en ningún caso podrá existir responsabilidad criminal por cooperación necesaria a los actos de éstos.

Por rigor, merece la pena indicar que pese a esta doctrina reiterada existen dos sentencias condenatorias contra administradores de páginas de este tipo. Sin embargo hay que destacar un aspecto diferenciador de las mismas -además de la mera y obvia diferencia cuantitativa- y es que esas sentencias lo son de conformidad, esto es, son fruto de un acuerdo entre las partes. En esos dos casos (los de las páginas webs SimonFilmsTV e infopsp) los denunciados no adujeron que sus páginas únicamente contenían enlaces ni realizaron argumentación alguna en tal sentido. Es por ello por lo que las sentencias de conformidad dictadas no emiten pronunciamiento alguno sobre la naturaleza jurídica del enlace ni sobre si éstos pueden suponer o no comunicación pública de los archivos a los que remiten. Sin necesidad de hacer grandes argumentaciones al respecto, baste subrayar como conclusión que las pocas veces que a los denunciantes se les ha dado la razón en sus tesis ha sido cuando nadie se las ha discutido. Y a sensu contrario: siempre que se ha sostenido ante el juzgado la defensa de la inocuidad del enlace respecto de las infracciones de derechos de propiedad intelectual y se ha dictado una resolución que pone fin al asunto, ésta lo ha sido de archivo del procedimiento y no de condena.

Ante el fracaso de la vía penal, la entidad de gestión de derechos SGAE ha ejercido acciones civiles contra titulares de este tipo de páginas webs y, hasta el momento, con nulos resultados. Los Juzgados de lo Mercantil que están entendiendo de las demandas interpuestas están decantándose por inadmitir la adopción de las medidas cautelares solicitadas junto con la demanda al entender que no se cumple el requisito de apariencia de buen derecho dado que las páginas demandadas no realizan acto de explotación de derechos de propiedad intelectual alguno. En uno de esos casos (el de las páginas webs Elitemula y Etmusica) el juzgado, que había concedido la adopción del cierre cautelar de la web inaudita parte, decidió revocar su propia decisión tras la oposición de la demandada, que se basó en la imposibilidad de que un enlace pueda infringir derechos de propiedad intelectual al no reproducir ni comunicar públicamente las obras a las que remite.

La única sentencia dictada hasta el momento en vía civil es la recaída en el caso que estudiaba la demanda contra la página de enlaces llamada elrincondejesus.com. La sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 7 de Barcelona desestima íntegramente la demanda de SGAE esgrimiendo también la inexistencia de infracción de derechos de propiedad intelectual por carecer la web de contenidos protegidos, más allá de los enlaces que la actora señalaba como objeto del procedimiento.

Llegados a este punto resulta ya fácil explicar por qué sostengo que las reformas incluidas en la Disposición Final Primera del Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible suponen una burla a nuestro sistema judicial. Esto es así porque la reforma no pretende frenar la proliferación de este tipo de páginas webs con un cambio en las normas del juego que las hagas jurídicamente atacables sino con una sustitución burda y grosera de los árbitros naturales de ese conflicto. De este modo, y a sabiendas de que los jueces están resolviendo que las páginas de enlaces no suponen infracción de derechos de propiedad intelectual, el atajo tomado ha sido el de sustraer a los mismos ese poder de decisión. Teniendo en cuenta el sentido de las resoluciones que estaban adoptando, no parece en absoluto casual que el papel que ahora se les reserva ab initio esté limitado a que no entren a discutir la propia existencia de la infracción ya declarada por la Comisión del Ministerio de Cultura.

Pese a que el ejecutivo no lo dice de forma expresa, en ocasiones algunos de los actores involucrados en este conflicto han puesto negro sobre blanco el motivo del futuro nacimiento de ese órgano administrativo y de las funciones que tendrá atribuídas. El secretario sectorial de Comunicación Social, Cultura y Deporte de UGT, Carlos Ponce, al ser preguntado por la última resolución que manifiesta que las páginas de enlaces no vulneran derechos de propiedad intelectual, mostró su indignación con la misma declarando que confiaba que se aprobara la Ley de Economía Sostenible para "detener las sentencias que puedan atentar contra los derechos de propiedad intelectual". Según informa EFE, a continuación indicó que “de ello” se encargaría “una nueva comisión parlamentaria que se establecería con representantes de la industria y de los consumidores”. El motivo por el que esta declaración me resulta escandalosa no es porque su autor considere que las sentencias que comentamos atentan contra los derechos de propiedad intelectual, una opinión a todas luces errónea desde el punto de vista jurídico pero, en cualquier caso, perfectamente amparada por el derecho de libertad de expresión de quien las profiere. La razón de mi perplejidad y, en cierto modo, preocupación, estriba en que el señor Ponce sugiera que el supuesto atentado a los derechos de propiedad intelectual que encierran esas resoluciones pueda y deba ser combatido, no con el pertinente recurso, sino sencillamente trasladando las competencias decisorias de esos juzgados a un órgano administrativo del que espera y prevé otras resoluciones más acordes a sus intereses u opiniones.

Con mayor claridad incluso, Marisa Castelo, abogada de la industria de los contenidos, ofreció hace unos meses una entrevista online en el periódico ABC donde también puso las cartas sobre la mesa. Tras defender a ultranza la reforma que estamos comentando y, ante la pregunta de si se “ganan muchas demandas por violaciones de propiedad intelectual en internet”, la letrada contesta: “has dado en el clavo” y agregó que “la necesidad de esta reforma surge sencillamente de que no se está aplicando el Código Penal de manera correcta”.

El motivo de ponerles en antecedentes mediante esta carta es el de preguntarles su parecer sobre lo que personalmente considero un despropósito que ataca a pilares fundamentales de un Estado de Derecho. Mi intención es también que la presente les estimule para que indaguen en los hechos aquí narrados y, tras su verificación, exijan explicaciones a aquellos que pretenden cerrar un determinado tipo de página web apartando del conocimiento de esa materia a los tribunales que estaban resolviendo de forma reiterada en sentido contrario.

Lo anterior se lo comunico a los efectos legales oportunos.

Aprovecho la ocasión para reiterarles mi consideración más distinguida.
Y como apéndice, una conferencia a mano del abogado D. Carlos Sánchez Almeida, en la que equipara la abolición de la libertad de la red con la destrucción de la biblioteca de Alejandría y define la arquitectura misma de Internet de una forma muy ingeniosa que, espero, abra los ojos a escépticos de la mal llamada "piratería". Muy recomendable, de verdad.

Playing for Change

Un poco de buena música por parte de Playing for Change, un proyecto musical multimedia creado por iniciativa de Mark Johnson con el objectivo de reunir, grabar y filmar músicos de diferentes culturas. Empezó con Stand by Me, y siguió con otras como One Love y War: No More Trouble; hoy día, el proyecto ya es fundación.










El tal Mark Johnson ha grabado a conocidos y desconocidos por todo el mundo, y la edición final de cada canción es simplemente espectacular y preciosa; vamos, que le da a uno las ganas para seguir con el día, y aguantarlo como sea posible.

Comienza la censura

En estos instantes estoy en Madrid, pero no he podido evitar venir aquí a comentar algo de lo que me he enterado y, si es posible, de lo que me gustaría hacer algo de eco, aunque toda la red nacional esté ya trabajando en ello. Llamémoslo mi granito de arena a la lucha contra el escándalo que se ha perpetrado hoy ya definitivamente: el cierre de las páginas webs que, según la SGAE (una empresa privada, no gubernamental y que no ha sido elegida por los ciudadanos), infringen los llamados derechos de autor. La Ley de Economía Sostenible se ha aprobado hoy.

Mi mensaje es corto: haced eco de la noticia donde podáis. La censura digital ha comenzado, y la libertad de Internet desaparece a cada día que pasa. Empezamos con lo mundano, pero indignante: cierran SeriesYonkis, Taringa, Vagos, y muchas otras páginas similares. Pero esto solo es el principio, y para cuando nos demos cuenta, tendremos que pagar para hacer cualquier cosa en la red, una vez libre y pronto totalmente controlada.

Uníos a la lucha contra esta barbaridad, y quizás el ciudadano medio acabe concienciándose acerca de lo que supone una organización no electa, privada, pero a la que en cambio se le dan derechos que no deberían pertenecerles. Si la gente no se da cuenta ahora, ya lo tendrá bien claro cuando tengamos que pagar incluso para respirar aire limpio.

Permitidme divagar un poco: George Orwell tuvo una visión de lo que podría ocurrir si el socialismo (y para el caso otras formas de gobierno) se truncaran y tomaran el camino equivocado. En cambio, no acertó: lo que nos mantiene en la pobreza física e intelectual, en la ignorancia y al nivel del barro, no es la Guerra Perpetua, sino el consumo perpetuo. Si no lo creéis, mirad a vuestro alrededor. Mirad lo que está pasando. Nos quieren cobrar hasta por disfrutar de la cultura y el entretenimiento, por la energía, por las comunicaciones, por un aire sano.

Decidme, si eso no es una corporatocracia, ¿qué lo es?

Los amos del mundo - Reverte

He recibido el siguiente artículo de Arturo Pérez-Reverte a través de una de esas cadenas rara vez curiosas y frecuentemente inútiles, esos mensajes que nadie pide pero que, cuando se alinean los planetas y la fuerza nos acompaña, resultan ser algo digno de ver o leer. Y este ha sido uno de esos extraños casos.
   Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
   Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
   Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
   No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
   Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
   Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. 
   Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
   Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
   Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.. 
   Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
   Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
   Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.
La introducción al texto decía que es un "artículo premonitorio del escritor y periodista cartageno Arturo Pérez-Reverte, publicando en "El Semanal" el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, se revela como una auténtica profecía". En cambio, para ser sinceros, no es tan premonitorio: se limita a analizar la naturaleza del sistema que sólo en tiempos de crisis se muestra sin vergüenza; Reverte fue avispado, no Nostradamus.

La policía del amor

Porque el amor es más poderoso que el miedo.


Sólo espero que a consecuencia de la situación en la que estamos este tipo de reuniones sean las que empiecen a ocurrir, y no manifestaciones violentas. Por desgracia, ocurrirán. Aun así, si esta idea se extiende, puede que se pueda paliar un poco el resultado nefasto de este tipo de acciones.

La crisis que cambiará el mundo

En el próximo video vienen explicadas las consecuencias de la crisis mundial de la boca de un ingeniero industrial y analista de mercados internacionales, Ignacio López.


Aunque el vídeo tiene su tiempo y hoy ya puede verse con algo más de claridad el camino que ha tomado y tomará la crisis, la gran mayoría sigue con las vendas en los ojos, ya sea debido a la clásica autosugestión del "Todo irá bien" o por la propagación política de ese mismo eslogan, tan falso como las clásicas soluciones propuestas también ahora por muchos y rebatidas por este hombre, o sea, la devaluación de la moneda, que según dice, "ya no tiene sentido en un mundo global". Me quedo con dos de sus proclamaciones y espero que también se queden grabadas a fuego en vuestras mentes:
"Si hacemos el análisis desde un punto de vista cualitativo, está claro que esto tenía que pasar. Es decir, no es sostenible ni justo que el 20% de la población mundial tenga más del 85% de la riqueza. Todo lo que no tiene sentido acabar por caer, acaba por explotar".

"Por las buenas o por las malas, estamos avocados a un cambio radical del sistema en el que vivimos. Y dado este proceso de cambio, estoy seguro de que lo que surgirá después de esto, a largo plazo, es un mundo sin duda mucho más justo, donde haya menos diferencias entre los ricos y los pobres; un mundo donde los valores de la felicidad, de las pequeñas cosas, sean las que primen nuestra vida; un mundo menos consumista, menos contaminante, más de acuerdo con la naturaleza... Aunque no sé cuánto tiempo tardaremos en llegar a este mundo, estoy convencido de que viene, y es el que nos toca construir a partir de estos momentos"
Por otro lado, existen otras versiones de la misma historia probablemente menos certeras pero más claras y sobre todo muchísimo más divertidas. Larga vida al sentido del humor, aunque sea respecto a temas "tremendamente serios", como los llama el tal Ignacio López.