Hipótesis, Modelo, Teoría y Ley

Entre los más extremistas (e ignorantes en extremo) de los anti-ciencia encontraréis declaraciones como esta: «Pero la evolución es solo una teoría». Sí, pero borrad el "solo". En la ciencia los términos hipótesis, modelo, teoría y ley son grados en una escala pero sin duda no comparten su significado y jerarquía coloquiales. Si creéis que una teoría llega a convertirse en ley o en hecho puede que tengáis que leer este texto. De vuelta a lo básico.

Una hipótesis es en esencia lo que la gente cree: una suposición razonada, la sugerencia de un modelo que necesita ponerse a prueba. ¿Y qué es un modelo? Es una representación útil pero falsa de una hipótesis que funciona parcialmente. El mejor ejemplo es el modelo atómico de Bohr, que figura a los electrones en órbita alrededor del núcleo como si fuera un sistema solar: el modelo es de mucha ayuda pero no pretende ser una representación real del átomo.

Luego está esa palabra. Esa maldita palabra tan maltratada a manos de los creacionistas que deberían acusarles de violar al concepto. Por supuesto, se trata del término teoría. Aunque suela ser sinónimo de hipótesis ese no es su uso científico. En términos sencillos, una teoría es una hipótesis probada, un modelo demostrado que explica ciertos hechos. La Teoría de la Evolución no se descubrió dando palos de ciego. La Teoría del Big Bang no es una idea vaga.

¿Entonces qué es una ley? ¿Por qué estudiar teorías cuando hay leyes naturales que funcionan como si las hubiera escrito en piedra un padre espacial obsesionado con el control? Aunque decepcione a aquellos que siguen los mandamientos de tribus desérticas de hará dos o tres mil años, la verdad es que una ley solo es la descripción fundamental y matemática de un hecho o grupo de hechos que se repite sin excepciones conocidas. Ni más ni menos.

Por ejemplo, la Ley de la Gravitación básicamente dice que «las cosas caen». Para ser justos, es más complicado: «todo objeto con masa en el universo atrae a todos los otros objetos con masa con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa». Es una ley (y una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo) porque no se ha observado ninguna excepción a la regla.

Una ley es una declaración de hechos. ¿Pero cómo ocurrieron? Para responder necesitamos una teoría, que en el caso de la Ley de la Gravitación es la Teoría de la Gravedad. Esta trasciende la simple descripción matemática y nos informa de cómo ocurre de hecho y de cuáles son sus causas. Las leyes no superan a las teorías: unas se ocupan de declarar hechos y las otras los explican. Ambas son necesarias para comprender cualquier fenómeno.

Pero si eso es cierto, ¿cómo es que no hay una ley equivalente para la Teoría de la Evolución? Sencillamente, la evolución no puede describirse como una ley porque el concepto no es aplicable: no existe ni existirá jamás una fórmula matemática de la evolución. La biología rara vez puede expresarse con precisión matemática porque la vida es demasiado compleja. Por supuesto, técnicamente es posible idear una Ley de la Evolución pero solo la omnisciencia nos la podría obsequiar. A menos que la reduzcamos a «La vida evoluciona», claro.

Puede que tras distinguir estos términos se vuelva más obvio por qué supone una afronta a la inteligencia humana el poner avisos como «La evolución solo es una teoría» en los libros de texto de tantísimos niños estadounidenses e islámicos. Sí, es cierto que hay cientos de libros ilegibles dedicados a todas las minucias de los refuerzos filosóficos de estas nociones. Pero también es cierto que estos términos pueden explicarse en cinco minutos.

Aquellos que argumentan que «solo es una teoría» no tienen excusa: son estúpidos a fondo o deshonestos con malicia. En cualquiera de los casos no deberían legislar sobre la educación.
(The original article written in English here: Hypothesis, Model, Theory and Law)

2 comentarios:

Bale NIETO dijo...

Oleee, muy bien escrito, clarificador, contundente e inteligente. Gracias una vez más Luka.

Caminoagaia dijo...

La religión no tiene ningún problema en hacer trampa, se trata de conseguir adeptos, sea como sea. Lo que ocurre en Estados Unidos ocurre también en España y en otros países.
Los dogmas religiosos no son capaces de mantener la mirada honesta de la ciencia.
Por eso no tratan tanto de influir sobre la comunidad científica, sino sobre legisladores y jueces para implantar la intolerancia.

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