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Grecia: «Puta de Europa 2012-2020»

Tras semanas de indecisión y con una Grecia en ruinas, en la cumbre del miércoles pasado la Unión Europea tomó por fin una decisión. El plan, liderado por Alemania y en parte Francia, consiste en convencer a los bancos de que acepten la quita del 50% de la deuda helénica.

¿Se puede actuar con mayor futilidad? La semana pasada ya dijimos que ni una quita del 60% sería suficiente para que Grecia acabará con más productividad que deuda en la próxima década. Además, en un plan basado en promesas políticas y no en decisiones concretas, la UE ha dado a la banca hasta junio para que recapitalice todo el sector financiero europeo.

Y España no se queda muy atrás: está al borde del precipicio junto con Grecia. La Autoridad Bancaria Europea estima que, para remontarse, los cinco mayores bancos españoles necesitarán recapitalizarse en más de veinticinco mil millones de euros. Como comparativa está Alemania en la cola, con cinco mil millones, y en lo alto Grecia, que necesita recapitalizarse en unos treinta mil millones de euros para sobrevivir económicamente.

Por supuesto, el pueblo griego no acepta la decisión. Las protestas, más continuas que en ningún otro país occidental, tuvieron ayer otro empujón al centrarse en el líder del acuerdo de la deuda: el gobierno alemán. Los manifestantes afirman que con este acuerdo han perdido parte de su soberanía y, teniendo en cuenta que el proceso será supervisado directa y estrictamente por el gobierno de la canciller Merkel, es muy probable que así sea.

Es importante comprender que nada de esto había ocurrido antes en la Unión Europea: a efectos prácticos, la economía Griega y por tanto todo el país pertenecerá durante las próximas décadas a las grandes entidades financieras europeas y a Alemania.

El 29O por el impuesto Robin Hood

El movimiento de Occupy the World que comenzó el 15 de octubre dará otro gran impulso en menos de una semana: se prepara otro llamamiento a las masas para el 29 de octubre con el mismo objetivo general, aunque esta vez sea en la víspera de la cumbre de los líderes del G20 para exigir a los poderes políticos un "impuesto Robin Hood".
«Hace ocho años, el 15 de febrero de 2003, más de 15 millones de personas en sesenta países se manifestaron juntas para detener al presidente Bush en su intento de invadir Iraq. Una parte enorme de la humanidad vivió por un día sin tiempo muerto y atisbó el poder del movimiento provocado por los pueblos unidos. Ahora tenemos la oportunidad de repetir esa proeza a una escala incluso mayor.

El 29 de octubre, en la víspera de la cumbre de los líderes del G20, alcémonos para exigir que los líderes del G20 impongan de forma inmediata un impuesto #ROBINHOOD del 1% sobre todas las transacciones financieras y los tipos de cambio. Mandémosles un mensaje contundente: queremos frenar los 1,3 billones de dinero fácil que se mueven alrededor del casino mundial cada día: suficiente dinero para financiar cada programa social y cada iniciativa medioambiental en el mundo».
Mientras las masas proponen soluciones radicales, Alemania y Francia riñen sobre como resolver el problema de la deuda. El único plan que se ha materializado es poco más que un remiendo: el fondo de rescate del euro superará el billón de euros (que saldrán de nuestros bolsillos y de los recortes) y planean quitar el 50% a la deuda pública de Grecia y así bajarla desde el 150% sobre el Producto Interior Bruto actual hasta un 120% sobre el PIB.

¿Es suficente? No: según nuevos informes del FMI y el BCE, sería necesaria una quita del 60% de la deuda helénica para reducirla... solo hasta el 110% de su PIB... para el 2020. En otras palabras, el mejor plan que han sido capaces de formular llevaría toda una década y de todas formas Grecia acabaría con más deuda que valor productivo. En plena crisis mundial esta clase de apaños moderados son ridículos y no hacen más que retrasar lo inevitable.

Precisamente, es debido a estos parches inútiles que la gente está en las calles. Exigen medidas drásticas y reformas radicales en el sistema para asegurar que algo así no pueda volver a ocurrir: aquellos con propuestas concretas quieren más regularización económica y menos dependencia en la Bolsa y en el mercado abierto; en lugar de sufrir medidas de austeridad en los servicios sociales quieren que se suba los impuestos a los ricos con el impuesto Robin Hood y que estos se redirijan a los servicios sociales y a la educación en lugar de a la Defensa, en la que la mayoría de países derrochan cantidades exorbitantes de dinero. En definitiva, quieren igualdad social.

Goldman cae, Grecia se alza

Solo unas horas después de unas noticias terroríficas en Wall Street, Grecia ha quedado paralizada por una huelga general de dos días. Oh, y España ha caído aun más hondo.


Goldman Sachs, uno de los mayores grupos de inversión del mundo, anunció ayer que este cuatrimestre fiscal había perdido 428.000.000$ (309.494.540€), su mayor pérdida desde que estuvieron al borde de la bancarrota en la crisis del 2008. Aunque la Reserva Federal salvó al grupo transformándolo en un banco comercial, su experiencia cercana a la muerte fue un punto clave en la crisis. Esta pérdida es un mal augurio para la economía mundial.

Las predicciones para la economía española son tan catastróficas que Moody se ha unido a tantas otras agencias de calificación de riesgo en degradar su calificación: de Aa2 a A1. ¿Por qué? Porque previenen que su PBI vaya a crecer solo 1% en 2012. ¿Qué significa esto? Se confía en dichas agencias para medir la certeza de que una entidad pueda saldar sus deudas, así que esta maniobra resta aun más confianza en la economía española. Es un círculo vicioso: más deuda resulta en menos confianza, esto en más deuda y así sucesivamente.


Mientras los mercados hacen malabares con nuestro futuro, el pueblo helénico protesta contra los recortes desmesurados del gobierno en una huelga general de cuarenta y ocho horas. Así han quedado inutilizados ministerios, tribunales, servicios públicos, Hacienda y Aduanas, la enseñanza, la industria y los bancos. Y difícilmente encontraréis abierta alguna gasolinera, farmacia o centro comercial. Grecia ha quedado total y absolutamente paralizada.

Como ya ha ocurrido muchas veces en Grecia las protestas han desencovado en una guerrilla entre los 7.000 agentes de policía y los manifestantes violentos: cócteles molotov, barricadas con las toneladas de basura que los basureros en huelga no han recogido e incontables heridos. Parece que nada cambia en Grecia. Al menos nada cambia a mejor.

"Wickedness in high places"

The reasons for the global protests that political and financial high circles are facing right now should be obvious for anyone who bothers to pay attention to the state of the world. They don't need to be repeated. However, there is a question I cannot avoid approaching: self-criticism.

One of the common tactics among activists who demonstrate in defence of political, social and economic change is the demonization of the upper echelons. I already put forward my critique in the case of the potential actions the UN could take in Syria: I argued that "as much as we love to ascribe to politicians qualities of an incredible demonic perversion" the reality is much more mundane. It has a lot more to do with the natural course of the relationship between politics and economics than with an intrinsic malevolence in the hearts of politicians.

We have a tendency toward considering anyone with different belief systems "evil" and considering the representatives of our ideologies "good". Even though everything would be much simpler if such binary distinctions were to be found in the real world, I am afraid that politicians and bankers are not the underlings of Satan but human beings, however much harm they do. This does not absolve them -it helps us to understand the real picture.

Unfortunately, that is not an emotionally satisfying explanation for those who embrace a dualistic morality. In the Epistle to the Ephesians, chapter six verses eleven and twelve, Saint Paul does indeed know how to sell us a war against the "wickedness in high places":
"Put on the whole armour of God, that ye may be able to stand against the wiles of the devil. For we wrestle not against flesh and blood, but against principalities, against powers, against the rulers of the darkness of this world, against spiritual wickedness in high places." -Ephesians 6:11-12, King James Bible
Even if they are actually alluding to demons and the heavens, those lines are very similar to the fanatical criticism of politicians and bankers. Moreover, the smear against the latter is usually in the companny of a pretty conspiratorial anti-Semitism, albeit not as paranoid as the delusions of many about a "Illuminati" elite controlling the world. It is a perfect system of cult mentality: if I criticise their convictions it must mean I am part of the "Illuminati" conspiracy.

This practice does not only sadden me because it shows the superstitious mentality of so many. No, my sorrow and self-criticism may be encompassed in a single question: in a world brimming with legitimate reasons to accuse our rulers and demand global change, do we really need to fall back upon demagoguery and irrational dualism?

The correct answer is "no", by the way.

(Leer la versión original: «La maldad en los lugares altos»)

«La maldad en los lugares altos»

Las razones para las protestas globales a las que ahora mismo se enfrentan las altas esferas políticas y financieras deberían ser obvias para todo aquel que preste atención al mundo. No hace falta repetirlas. En cambio, hay una cuestión que no puedo evitar abordar: la autocrítica.

Una de las tácticas más comunes entre los activistas que se manifiestan en defensa de un cambio político, social y económico es la demonización de las altas esferas. Ya adelanté mi crítica en el caso de las potenciales acciones de la ONU en Siria: argumenté que «por mucho que nos encante atribuir cualidades de una increíble perversión diabólica a los políticos» la realidad es más mundana y tiene mucho más que ver con el desarrollo natural de la relación entre la política y la economía que con una maldad intrínseca en el corazón de los políticos.

Tendemos a considerar «malvado» a todo aquel con creencias arraigadas distintas y «benévolo» a los mayores representantes de nuestra ideología. Aunque todo sería mucho más simple si dichas distinciones binarias existieran en el mundo real, me temo que los políticos y banqueros no son secuaces de Satanás sino personas humanas, por mucho daño que hagan. Esto no les exculpa a ellos: nos ayuda a nosotros a entender la verdadera situación.

Por desgracia, esa no es una explicación emocionalmente satisfactoria para aquellos que abracen el dualismo moral. En la Epístola a los Efesios, capítulo seis versículos once y doce, San Pablo sí que sabe vendernos una guerra contra «la maldad en los lugares altos»:
«Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra la maldad espiritual en los lugares altos» -Efesios 6:11-12, versión King James
Si bien se refieren a demonios y a los cielos, estas líneas son muy similares a la crítica fanática de los políticos y los banqueros. Además, la difamación contra estos últimos suele ser inseparable de un antisemitismo conspirativo, si bien no tan paranoide como los delirios sobre una élite de «Illuminati» que domina el mundo. Es un sistema perfecto de creencia sectaria: si critico sus convicciones significa que formo parte de la conspiración de los «Illuminati».

Esta práctica no solo me apena porque muestra el pensamiento supersticioso de tantos. No, mi amargura y la autocrítica pueden englobarse en una sola pregunta: en un mundo infinitamente repleto de razones legítimas por las cuales acusar a nuestros gobernantes y exigir un cambio radical, ¿de verdad tenemos que recurrir a la demagogia y al dualismo irracional?

La respuesta correcta es «no», por cierto.

(Read the English translation: "Wickedness in high places")

15O, protesta global

Hoy 15 de octubre será un día histórico aunque no suponga el punto crítico de la transición hacia un sistema socioeconómico igualitario: es la primera protesta global descentralizada. ¿Global pero descentralizada? Siempre que esto no resule en un romántico caos populista, lo cual es posible, no es un mal augurio para la humanidad.


El mundo está indignado y no es difícil saber por qué. Esta misma semana Europa ha vuelto a tratar de curar sus heridas con meros parches: se ha evitado la caída de Dexia dividiéndola en tres (aunque Bélgica de hecho ha nacionalizado su parte); Alemania y Francia han acordado un plan para recapitalizar la banca; y la troika europea entregará a Grecia ocho mil millones de euros (8.000.000.000€). Este sistema es todo un maestro en retrasar lo inevitable.

Así que no: las altas esferas no aprenden de sus errores. ¿Y por qué iban a hacerlo? Ellos no han perdido nada. En esta crisis los grandes bancarios, junto todo aquel cuyo trabajo no produzca más que movimiento monetario, han ganado dinero en lugar de perderlo. No olvidemos que uno de los mayores impactos de las crisis económicas es la extensión de la desigualdad social. El incentivo es el lucro y este no es capaz de indicar barreras éticas.


Ha llegado la repercusión lógica: revueltas populares. Sí, pueden ser la llama que haga estallar la inflamable civilización moderna. Pero también pueden cambiar el mundo. Los indignados marchan hoy por 951 ciudades: 500.000 madrileños han vuelto a la Puerta del Sol; 250.000 marchan por Barcelona, 50.000 por Sevilla y 11.000 por Bilbao; y en Nueva York han brotado cinco mil manifestantes a los que se les ha unido el resto del país. Frankfurt, Amsterdam, Dublin, Sydney, Sarajevo, Tokio, Londres... El mundo está ocupado.

El pacifismo promovido tanto por Democracia Real Ya como por Occupy Wall Street se ha respetado en todas partes excepto en Roma, donde las protestas se han tornado violentas cuando un grupo ha quemado un edificio del Ministerio de Defensa. El enfrentamiento contra la policía recuerda a Grecia o quizás incluso a los primeros días de las revueltas en Egipto:


A pesar de los incidentes ha sido un comienzo esperanzador. Como con el 15M, sabremos si ha cuajado en unas semanas. Compañeros: ha comenzado el movimiento del 15O.

"IndigNation contra Wall Street" de Barbara Celis

El tratamiento de «hippies» que han recibido los participes de Occupy Wall Street en los medios de comunicación es depresivamente similar a la percepción mediática del 15M. Pero, en contadas ocasiones, surge una crónica que no ignora las demandas de los manifestantes o la heterogeneidad de edades, sexos y clases que existe en estos movimientos.

Este reportaje de Barbara Celis para El País es uno de esos refrescantes casos:
"He sido diplomático durante 15 años. He asistido a decenas de reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU, me he sentado con jefes de Estado de todo el mundo, he visto cómo los Gobiernos se dejan corromper por los bancos y las empresas y al final, me convertí en un cínico. Pero durante las últimas dos semanas he recuperado mi pasión por la política, que alimento desde niño. Una de las conversaciones más interesantes que he vivido en los últimos años la tuve sentado en la plaza de la Libertad".

Carne Ross no es un joven romántico,
hippie o perrofláutico. A muchos de los integrantes del 15-M se les trataba de encasillar ahí y ahora ocurre lo mismo con su réplica estadounidense, los que apoyan al movimiento Occupy Wall Street, nacido hace tres semanas en Nueva York y contagiado ya, en pequeñas dosis, al resto de Estados Unidos. Ross es la prueba de que esos movimientos incluyen a gente heterogénea, desde estudiantes a personas con larga trayectoria profesional. Ross era parte del cuerpo diplomático de Gran Bretaña hasta 2004, en que renunció a su puesto ante la ONU, un año después de la invasión de Irak, "por problemas de conciencia ante una guerra que justificamos creando pruebas inexistentes".

Él habla de la Plaza de la Libertad, el nombre con el que se ha rebautizado el parque Zucotti, en las inmediaciones de la zona cero, el lugar de Nueva York donde se mantiene el movimiento de protesta. Carne Ross, cerca de los cincuenta, define así la plaza: "Quienes afirman que solo hay un puñado de idealistas trasnochados no tienen ni idea de lo que está pasando. Allí se está construyendo el futuro, cada tarde, con la voz y la participación de todos. Sé que cuesta entenderlo cuando has vivido creyendo que la democracia de partidos es la mejor forma de gobierno posible. Pero somos muchos los que hemos dejado de creer en el voto y ahora buscamos nuevos caminos a través de la participación ciudadana". Hoy dirige Independent Diplomat, una organización que da "asesoramiento diplomático" a aquellos que apenas tienen voz, como el Frente Polisario. Para él, entrar en la plaza de la Libertad, donde se desarrolla la protesta contra el poder financiero que encarna Wall Street, ha significado poder escuchar un crisol de propuestas que se construyen día a día en las asambleas abiertas y grupos de trabajo independientes, sin líderes ni mayorías, solo con decisiones consensuadas.

¿Quiénes están realmente en el corazón de la protesta? Lo que arrancó "con bastante gente antisistema, en el sentido tradicional de la palabra", se ha abierto deprisa a "un crisol muy amplio de ciudadanos, incluida mucha gente que pasaba de política o sindicatos, organizaciones que aquí no se ven con recelo como ocurría en España, sino como una forma de hacer crecer el movimiento". Lo explica Antonio, un español implicado en la indignación neoyorquina, que pide ser llamado simplemente así.

Robert Grodt, uno de los jóvenes pioneros de la plaza, lo confirma. "Yo estoy a favor de todos los que se quieran unir. Los sindicatos son bienvenidos, siempre que entiendan que aquí no queremos líderes. Y los famosos, igual. Muchos son muy majos. Y nos traen más gente, así que está bien que se sigan sacando fotos por aquí. Este lugar está abierto a todos", asegura Grodt, californiano, de 24 años. [...]

La protesta en Wall Street arrancó el pasado 17 de septiembre con una tímida manifestación de apenas 2.000 personas. Los participantes apuntaron con el dedo al culpable genérico de la crisis económica: el poder financiero, ese 1% que posee el 40% de la riqueza de un país en el que 46 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza, 50 millones carecen de seguro médico y el índice de desempleo no baja del 9% -muy alta para la historia laboral de Estados Unidos-. Solo 110 millones de electores, de los más de 230 millones que podrían haberlo hecho, ejercieron su derecho al voto en las últimas elecciones presidenciales.

Esas cifras podrían extrapolarse a la situación que se vive en otros países democráticos, donde la crisis económica ahoga y la participación electoral se reduce. "Creo que el 15-M destapó una España secuestrada por el voto útil, dio un puñetazo sobre la mesa y dejó claro que en una democracia bipartidista, cuando ambos partidos son fagocitados por corporaciones y bancos, incluso ese voto deja de servir y hay que buscar otras vías. En Estados Unidos creo que va a pasar lo mismo que en España".

Otros sostienen que el discurso del líder político ha muerto. "Barak Obama era el más preparado, el más inteligente, el más guapo... y no ha hecho nada de lo que prometió. Seamos benevolentes y digamos que no le han dejado los republicanos. No importa. Solo demuestra que votar y luego irte a tu casa y esperar a que los políticos te resuelvan la vida ya no funciona. Por eso hay que valorar el movimiento político Occupy Wall Street. La alternativa al poder somos nosotros, todos los ciudadanos". Todo esto lo explica Antonio, filólogo, que participó en la marcha en apoyo a la Spanish Revolution del 21 de mayo pasado en Nueva York, de la que se escindió un grupo que apostó por la internacionalización del movimiento 15-M. [...]

Tres semanas después de nacer, el movimiento sigue creciendo tras el apoyo recibido en una marcha de 20.000 personas organizada por los sindicatos para sellar su compromiso con Occupy Wall Street. Jackie di Salvo, una profesora universitaria implicada en la organización, fue la que buscó su apoyo. "Ya no tienen tanto peso como antes pero agrupan y defienden a miles de personas en este país que representan a la clase trabajadora, la que sufre la crisis. Sabía que su apoyo era fundamental para impulsar este movimiento, aunque aquí nadie quiera líderes". En el seno de esos sindicatos, incluido el de ella, el debate sobre Obama está candente, según confirman a este diario miembros de diversos colectivos.

El tejido de organizaciones civiles estadounidenses, fuerte hasta 1968, fue aniquilado poco después: asesinados o encarcelados sus líderes políticos, se eliminó la educación gratuita universitaria, se encareció la vivienda y el seguro médico, y los jóvenes dejaron de tener tiempo para implicarse políticamente: había que ganar dinero para pagar los estudios. En Nueva York, uno de los bastiones progresistas del país junto a California, la ley Taylor penalizó las huelgas de empleados públicos, reduciendo así el poder de los sindicatos de forma radical. Las protestas antiglobalización de Seattle marcaron un renacer de los movimientos sociales a finales de los noventa. Pero el 11-S los abortó, transformando a todo activista en sospechoso de terrorismo. "Perecimos bajo la ola de patriotismo y militarismo que siguió a los ataques (a las Torres Gemelas) y nos hizo desaparecer completamente", recordaba Naomi Klein.

El movimiento contra Wall Street marca una nueva etapa en ese sentido, que simbólicamente también grita "la imaginación al poder", pero de momento, y sobre todo, "banqueros a la cárcel", "políticos, a casa" y "ciudadanos al ágora, a crear una nueva democracia". En la plaza de la Libertad les bendice desde el primer día una escultura a la que muchos se refieren como "ese chisme rojo". La firma el expresionista abstracto Mark di Suvero y su título es Alegría de vivir. Es el sentimiento que de momento se respira entre los indignados por haber ocupado las calles y abrazado el debate de ideas. Y es posible que eso también sea una paradoja. Alegría e indignación nunca fueron de la mano. ¿Hasta ahora?

De camino al 15O

A solo unos días del crítico quince de octubre las masas se inquietan e irgen contra un sistema que les ha fallado y tiene los días contados en la cuna de la civilización moderna. Y no lo dudéis: si Europa cae en una crisis y desunión definitiva, detrás irá nuestro tío Sam.

Acababa de comenzar la semana cuando la Bolsa en Europa y Asia cayó en picado por el miedo a que Grecia no pueda pagar sus deudas y Europa recaiga. En efecto el gobierno griego anunció que no podrá cumplir a tiempo los objetivos impuestos por el triunvirato de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional: a pesar de los numerosos e infames recortes, Grecia sigue en déficit y entra en una abismal recesión.


Por supuesto, en menos de un día quedó claro que el resto de Europa no se salvaba: el banco y referencia financiera Goldman Sachs ha previsto que para mediados de 2012 no solo España e Italia sino también Alemania, Francia y Holanda sufrirán una recaída en la recesión. En tanto, Francia y Bélgica están buscando una forma de salvar a la recién derrumbada Dexia, una de las mayores financiadoras del sector público. Bélgica ya tiene sus problemas (hasta ayer mismo llevaban un récord de 16 meses sin gobierno electo) pero el primer ministro interino se pronunció al respecto: se está considerando la nacionalización del banco.

El resto de respuestas a esta inminente recesión varía entre nula y pésima. Además de los recortes económicos en Italia, España y por supuesto Grecia, el jueves el Banco Central de Inglaterra inyectó 75.000.000.000£ (ochenta y siete mil millones de euros) en la economía británica, retrasando lo inevitable y evitando el problema de raíz. La réplica popular es más caldeada: la huelga general en contra de las medidas de austeridad ha paralizado a Grecia y ha devuelto la violencia a las calles, con unas docenas de manifestantes que no siguieron el ejemplo pacífico de los otros dieciséis mil. Adivinad qué grupo apareció en las noticias.


Tampoco han desaparecido las protestas de EE.UU., que auguran el decisivo 15O. El movimiento en Nueva York se ha revitalizado al ganarse el apoyo de varios sindicatos, decisión aceptada a regañadientes, aunque con menos recelo que en España con el 15M, debido a la sumisión de los sindicatos al partido demócrata. Aunque con una fuerza menor que los miles en Nueva York, el viernes Washington D.C. se unió con decisión a las protestas.

A pesar del impacto de este movimiento, los medios estadounidenses básicamente lo han ignorado, especialmente en televisión. Ha de decirse que, entre los escasos reportajes, el del conocido presentador izquierdista Keith Olbermann es el más honesto. En mitad del programa hace lo que ni siquiera hicimos en nuestra cobertura de las protestas: leer toda la Declaración de la ocupación de Nueva York. Sabiendo inglés o no, su rabia se percibe entre líneas:


En menos de una semana se dará el 15-O en pos de un cambio político-económico global. Es difícil, por no decir imposible, predecir qué pasará exactamente. ¿La primera revolución global o una serie de revueltas olvidadizas? Para bien o para mal, pronto lo sabremos.

Se acerca la protesta global

Cuando a principios de junio se trató en Ciudadanos del Mundo la posibilidad de una protesta pan-europea en octubre, esperábamos que con ello resucitara el movimiento de los Indignados desde España hasta Grecia. Subestimamos la rabia del mundo occidental.

Persisten las preocupaciones por la caída en otra recesión mundial y Grecia, con una capital en constantes revueltas violentas, intenta en vano no ser el primer peón en caer. Miles de españoles se han manifestado para frenar la explosión de desahucios y empieza a resurgir la indignación por toda la península. Y por fin, el pueblo estadounidense despierta.


Las protestas de Nueva York no acabaron la semana pasada. Ayer mismo la policía arrestó a más de 700 manifestantes en Nueva York. Los indignados ocuparon el Puente de Brooklyn y las fuerzas del orden hicieron lo único que saben: mantener el orden a toda costa.

No parece que se hayan dado casos graves de brutalidad policial pero sí que acorralaron, empujaron, arrastraron, inmovilizaron y gasearon a muchos manifestantes. Si bien es cierto que no es nada comparable a lo que vemos a diario en el mundo árabe o incluso a la actitud más violenta de la policía durante el 15-M en Barcelona y durante las manifestaciones laicas en Madrid, es algo que la policía estadounidense no ha hecho en muchos años.


Los indignados de Occupy Wall Street se han propagado por toda la nación: ya ocupan o están por ocupar Chicago, Wisconsin, Boston, Miami, Nueva Orleans, Las Vegas, Los Angeles y decenas de ciudades más. De hecho, han ido más allá de EE. UU., con varias protestas preparadas en Australia, Canadá y en los países noreuropeos.

Incluso han llegado a escribir una Declaración de la ocupación de Nueva York::
Como pueblo unido reconocemos la realidad: que el futuro de la raza humana requiere la cooperación de sus miembros; que el sistema debe proteger nuestros derechos y al corromperse ese sistema depende del individuo proteger sus derechos y los de sus vecinos; que un gobierno democrático deriva su poder del pueblo, aunque ahora las corporaciones no pidan permiso para extraer riqueza de nosotros y de la Tierra; y que no puede alcanzarse ninguna democracia real cuando el proceso está determinado por poder económico. Venimos a vosotros en una época en la cual las corporaciones, que ponen el lucro sobre las personas, el interés propio sobre la justicia y la opresión sobre la igualdad, lideran nuestros gobiernos. Nos hemos reunido aquí pacíficamente, como es nuestro derecho, para que se conozcan estos hechos. [...]
Aunque pueda parecerlo, no se trata de una pandemia de indignación caótica. El movimiento español ¡Democracia real YA! tenía previsto desde mayo volver a las calles el 15 de octubre de 2011 y por lo visto la idea local cuajó mucho mejor de lo que cabía esperar: ya están en marcha las preparaciones para la protesta global del 15-O:


Como ocurrió con la primavera árabe y el 15-M y como parece que ocurrirá con toda futura protesta, este movimiento se ha creado en la red y se ha propagado sin apenas una mención en los medios escritos y televisivos. ¿La fecha de la protesta global? El 15 de octubre o, como seguramente se le acabará conociendo, el 15-O, 10/15 para los estadounidenses.

¡Democracia real YA! y Occupy Wall Street están al frente de las protestas y parece que varios miembros del grupo ciber-anarquista Anonymous van a unirse también. Se espera que se unan muchos otros movimientos sociales y sindicatos. Este es su mensaje:
El 15 de octubre las gentes del mundo tomarán las calles y las plazas. Desde América hasta Asia, desde África hasta Europa, el pueblo se está alzando para reclamar sus derechos y exigir una democracia real. Ya es hora de que todos nos unamos en una protesta pacífica global.

El poder establecido sirve al beneficio de unos pocos, ignorando la voluntad de la gran mayoría y el precio humanitario y medioambiental que todos tenemos que pagar. Esta situación intolerable debe acabar.

Al unisono haremos saber a los políticos y a la élite financiera a la que sirven que depende de nosotros, del pueblo, decidir nuestro futuro. No somos bienes en manos de políticos y banqueros que no nos representan.

El 15 de octubre nos reuniremos en las calles para iniciar el cambio global que deseamos. Nos manifestaremos pacíficamente, debatiremos y organizaremos hasta que lo consigamos. Es hora de que nos unamos. Es hora de que nos escuchen.

¡Habitantes del mundo, alzaos el 15 de octubre!

Protestas en Nueva York

Las revueltas violentas continúan cobrando vidas en Yemen y Siria y la ciudadanía europea no está nada contenta con una recaída en la crisis. Y en cambio las noticias más sorprendentes vienen del otro lado del charco: ha habido protestas en Nueva York.


Igual que los indignados en España los manifestantes neoyorquinos no tenían ningún partido a su favor. Pero, también como en España, ha surgido como un movimiento de izquierda radical con objetivos concretos, si bien tintados ocasionalmente por ideologías románticas. La cuestión es particularmente notable y crucial en Estados Unidos, país en el que no existe una izquierda organizada. Sin duda no una radical.

Como ejemplifica uno de los manifestantes, podríamos estar presenciando el auge del equivalente del Tea party, el movimiento ultra-derechista que surgió a principios del siglo XXI como una radicalización del partido republicano. Si cuajan, estas manifestaciones y protestas podrían organizarse en una izquierda cohesiva. Y si siguiera el mismo camino que el Tea Party, se extenderían por todo el partido demócrata en cuestión de años.


Pero eso no son más que suposiciones. El aquí y ahora es mucho más humilde y, dicho sea de paso, trágico: el movimiento ultra-derechista nunca se ha visto enfrentado a arrestos masivos por reunirse. Como debe ser: la libertad de expresión incluye la libertad de expresar idioteces. Por desgracia, lo mismo no puede decirse del trato policial de estos neoyorquinos.

Ayer 24 de septiembre, mientras los 1.000 manifestantes marchaban hacia el distrito financiero para protestar en contra de Wall Street, la policía arrestó a 80-100 ciudadanos. Ha de decirse que en comparación con el trato en los países árabes la policía no fue particularmente brutal; pero sin duda eso no justifica sus acciones. Además de las típicas acciones indiscriminadas, acorralaron a grupos pequeños para luego rociarlos con aerosol de pimienta.


Pero hay algo quizá más insultante que la policía actuando contra el derecho a manifestarse de estos ciudadanos. Hay algo más insultante que la violencia indiscriminada. Lo más insultante es que en las declaraciones policiales una de las razones principales de los arrestos fue «resistirse al arresto». La lógica circular es tan obvia que da ganas de llorar.

La Banca siempre... ¿pierde?

Wall Street lleva semanas petrificada ante la posibilidad de otra recesión y, como no puede ser de otra manera, esta inacción ha resultado en una mayor posibilidad de otra crisis y por tanto en más miedo. En un solo día la deuda nacional se elevó 238 mil millones de dólares, lo cual no había ocurrido desde la 2ª Guerra Mundial. Al instante, EE. UU. perdió su calificación de crédito 'AAA' , la máxima confianza que se tiene en un país para que devuelva su deuda. Darse cuenta de que se habían único al selecto grupo de países como Grecia, Italia y El Líbano con mayor deuda pública que producto interior bruto solo alimentó las llamas.

A mediados de agosto los Estados Únidos estuvieron a dos días de entrar en suspensión de pagos y por tanto en gran peligro de bancarrota porque el Senado tardó hasta el último segundo para actuar. Las repercusiones internacionales no vacilaron en aparecer: la Bolsa europea se está hundiendo bajo el peso de la temible quiebra de Grecia (más adelante veremos que Italia y España no se libran) y de una recaída en una crisis con la que media Europa aún no ha conseguido lidiar.

Durante todo este embrollo, analistas y profesionales financieros han sido tan extremadamente perspicaces como de costumbre al percibir que esto se parece mucho a la recesión de 2008. Lo que estos analistas y profesionales financieros prefieren obviar es que, si bien ya se ha puesto en marcha el aumento de la actividad económica de varios países europeos y por tanto no puede considerarse una recesión, la crisis sigue muy presente, desde la catástrofe de Grecia hasta las medidas de austeridad en España, Italia e incluso Gran Bretaña.

Ahora mismo la Bolsa española está peor de lo que estuvo a comienzos de 2009. O sea, fatal. La respuesta en forma de reforma constitucional ha resultado en protestas por la capital. Acordada casi unánimemente por la posición unísona del PP-PSOE a pesar de la disidencia de la izquierda y de los nacionalistas (a excepción de UPN), la reforma establece en la constitución la idea de una "estabilidad presupuestaria" (un limite al déficit) que las autonomías deberán respetar acorde con su PIB.

No existen números concretos ni queda muy claro cuáles serán las consecuencias para "cada Administración Pública en caso de incumplimiento" de esta reforma del artículo 135 de la constitución, ya que de ello se ocupará una Ley Orgánica -una ley que llegará en medio año como mucho. Esto significa que las quejas actuales se acallarán con «Esperad a que se concrete la reforma legislativamente» y las futuras con «Deberíais haberos hecho oír durante la reforma constitucional; ahora no hay vuelta atrás». Oh, la magia de los políticos.

Mientras tanto el gobierno italiano ha actuado ante su crisis como cabía esperar. Berlusconi ha subido el IVA en plena huelga general y ese solo es el primer paso. El sindicato principal del país, el CGIL de postura comunista, convocó una huelga para el martes que se extendió por cien ciudades. En esta huelga los ciudadanos protestan contra las medidas de austeridad del 15 de julio y el plan de estabilidad del 12 de agosto, ya que estas reformas han resultado en mayores tasas a trabajadores y jubilados y en recortes a los servicios y sanidad.

Todo ello se ha puesto en marcha a pesar de que había opciones adicionales -consideradas en borradores de las reformas pero descartadas en el último momento- como el "impuesto de solidaridad" que pagarían aquellos con rentas anuales superiores a los 90.000€.

Sin duda, no debería sorprendernos la práctica derechista común de eliminar servicios sociales y subir impuestos a los pobres mientras se sigue agasajando y mimando a los ricos. Y aunque no nos sorprenda, nos sigue enfureciendo. Quizás sea una buena señal: significa que no estamos tan acostumbrados como para tomarlo por la norma. Aunque sea la norma.

#Acampadasol, historia de una ciudad

Ha salido a la luz un documental acerca del movimiento del 15M y en particular de la acampada en la Plaza del Sol. #Acampadasol, dirigido y escrito por Adriano Moran y David Tesouro, muestra quince días clave en la capital española, informando a los ignorantes, especialmente a los extranjeros.


(Ver versión subtitulada al inglés)

Su único problema es que se centra más en las minucias en la acampada de Sol en lugar de explicar el contexto nacional. No aparece ninguna imagen de otras ciudades y se prefiere mostrar la disensión violenta en las asambleas que adentrarse en las propuestas concretas (aunque insuficientes) que acabaron por hacerse.

Por otro lado, precisamente por centrarse en las dificultades del consenso asambleario pueden verse las limitaciones obvias de una democracia directa en la que la gente ignora el método empírico y lógico y antepone el consenso ciego, donde la solución es el punto medio entre dos ideas. La política, ya sea asamblearia o parlamentaria, tiene muchísimo que aprender del pensamiento científico.

El 19-J: nuevo 15-M

Ha pasado más de un mes desde que comenzaron las protestas del 15-M en España. A día de hoy, 19-J, la gente ha salido a las calles de toda Europa y más allá para seguir protestando por el manejo político de la crisis económica, esta vez contra el Pacto del Euro en particular. Parece que las manifestaciones van cuajando poco a poco en la mente de los europeos.

Las protestas principales siguen en España y en Grecia. Llevaban ya meses en las calles debido a la crisis y a las medidas de austeridad propuestas entre la UE y el FMI y aceptadas por el gobierno heleno, y había violencia hasta que comenzaron a inspirarse por el pacifismo demostrado en España. Por desgracia, la situación volvió a violentarse la semana pasada cuando el primer ministro Papandréu anunció que remodelaría el gobierno pero seguiría como con el plan de las medidas de austeridad. Por otro lado, ha cedido en parte al proponer un referéndum para otoño con el fin de introducir cambios políticos en el país.


Sin duda, no es de extrañar que haya más griegos que españoles en las calles y que estén más furiosos. Al fin y al cabo, el rescate financiero de Grecia significa que los helenos deben ciento cincuenta mil millones de dolares (150.000.000.000$) a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, y quizás se necesiten cien mil millones más.

En España también hubo violencia, pero ha sido mucho más unilateral. Tras la "limpieza" en la Plaza Catalunya, les tocó a aquellos en el Parc de la Ciutadella, también en Barcelona. El día 15 de junio quisieron acampar durante la noche más de 2000 protestantes para seguir impidiendo el paso a los diputados que intentaran entrar en el parlamento catalán. Además de la brutalidad policial, entre los que manifestantes que provocaban la violencia se encontraban policías vestidos de paisano, lo cual ha sido oficialmente negado a pesar de las pruebas visuales. Además, la sesión parlamentaria acabó por llevarse a cabo con normalidad y los recortes económicos propuestos fueron aprobados por CiU y PP.

Hoy es el "19-J" para los manifestantes europeos, concretamente contra el Pacto del Euro, que llevará a una serie de medidas para "fomentar la competitividad y afrontar la crisis de la deuda". ¿Qué hará? Asegurará que el pueblo pague la deuda nacional en un plazo, lo que significa que el pueblo llano se empobrecerá mientras el mundo financiero se recupera. Ya está ocurriendo en Grecia y les seguirá Portugal, España e Irlanda.

La muchedumbre se ha concentrado en un centenar de puntos por toda la supranación. En París, la policía ha detenido a más de un centenar de indignados y en Bruselas la policía belga ha cargado contra los manifestantes con gases lacrimógenos.

El recuento de las convocaciones en España es incompleto y preliminar, un baile de cifras probablemente no muy acertadas, ya sea infravaloradas o sobrevaloradas: en Jaen 1.000, en Lleida 2.000, en Vitoria 2.500, en Donostia, Murcia, Valladolid y Cadiz unos 5.000, en Málaga y Alicante 10.000, en Bilbao 12.000, en Tarragona 15.000, en Granada 18.000, en Sevilla 20.000, en Las Palmas entre 25.000 y 30.000, 30.000 en Zaragoza y 45.000 en Gijón.


Según la policía en Barcelona se han reunido 75.000 y según El País 98.000. Mientras tanto, se estima a 80.000 en Valencia. Cifras realmente impresionantes. Según la policía madrileña, ha habido entre 35.000 y 45.000 concentrados, lo cual ya superaría el máximo anterior, pero es que además las estimaciones más recientes de los manifestantes afirman que el número es mucho mayor; algunos dicen que se acerca a las 150.000 personas. Sea cual sea el caso, el número de asistentes no deja de crecer. Esto supera con creces a los 28.000 que hubo el día antes de las elecciones y se acerca lentamente a la mayor concentración reciente en Grecia, que el 5 de junio reunió entre 300.000 y 500.000 atenienses.

El total de manifestantes en toda la nación no está nada claro, pero pronto habrá una aproximación. La cuestión es que ha habido cientos de miles de personas por todo el país y no ha habido ningún signo de violencia. La última vez que hablé de lo que estaba ocurriendo en Europa creía que todo empezaría a disiparse y volvería a estallar en la próxima gran concentración pan-europea en octubre. Por lo visto estaba equivocado: si bien el movimiento sigue sin tener ideales muy unificados ni está libre de propuestas románticas inútiles, el movimiento por una "Democracia Real Ya" sigue en pie y más fuerte que nunca.

La política del 15M

Volvemos a informar sobre las manifestaciones españolas del movimiento de "¡Indignados!" o "Democracia Real Ya", más conocido en los medios de comunicación -como suele ser habitual en estos casos- por el día en que comenzaron las protestas: "Movimiento 15-M". Una de las mayores noticias es que he de nombrar a los próximos informes "Manifestaciones europeas". Tras un repaso de lo ocurrido estos últimos días en España volveremos a la situación supranacional.

La afluencia a las asambleas ha disminuido considerablemente y hay quien dice que el mensaje original se está perdiendo. Antes de nada, hay que recordar a los manifestantes y hacer saber a los políticos que si bien este movimiento no es partidista, sí que es político. En esencia se trata de una confusión semántica, ya que al fin y al cabo los que lo tratan de 'apolítico' no se refieren a una ausencia de exigencias políticas sino a un rechazo de todo partido político debido a una disconformidad intrínseca con el sistema electoral y económico.


De todas formas, hay quienes van más allá y afirman que "todos son bienvenidos, de izquierdas o derechas" en un vano intento de ampliar el foco del movimiento. Además de que diluye el significado de las protestas, esta estrategia es errónea ya que simple y llanamente no refleja la realidad. Entre las quejas y propuestas expuestas en las asambleas encontraremos problemas con políticas económicamente capitalistas mantenidas por un flojo gobierno social-demócrata, y soluciones esencialmente progresistas, verdes y socialistas. No solo es un movimiento izquierdista sino que va más allá de lo que ofrece el espectro partidista.

¿Dónde se encuentra el movimiento en estos instantes? Tras las elecciones se decidió que las acampadas seguirían erguidas en prácticamente todas las ciudades, pero es muy probable que no pueda sustentarse este fervor popular durante mucho más tiempo y, de todas formas, el gobierno no va a seguir permitiendo que las plazas principales de las ciudades más turísticas de la nación estén ocupadas. Por tanto, ha surgido naturalmente la idea de tener un objetivo a la vista. Las elecciones generales de España están demasiado lejos todavía, así que "¡Democracia Real Ya!" está preparando manifestaciones mundiales para octubre.

Y con esa última noticia volvemos a lo que se cuece dentro de la Unión Europea. Parece que la "Spanish Revolution" ha inspirado a varios ciudadanos de otros estados europeos. Lo que comenzó en Portugal, Francia, Italia, Grecia y otros países como protestas frente a las embajadas españolas en señal de solidaridad a las manifestaciones españolas se ha convertido en varios movimientos individuales con exigencias similares para cada país.

El 29 de mayo en París la policía francesa desalojó a los asambleístas de la plaza de la Bastilla, llegando a usar la fuerza, incluyendo gases lacrimógenos. El 4 de junio la policía portuguesa desalojó el campamento de Indignados en Lisboa. En Italia ha habido protestas bajo el nombre de la "Italian Revolution" en Florencia, Bolonia, Milán, Roma y Padua.


El modelo de protestas pacíficas inspirado por la obra de Stéphane Hessel "¡Indignaos! Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica" que tomó España se ha extendido a Grecia, donde las protestas han sido numerosas últimamente y también lo fueron al comienzo de la crisis con la revuelta en Grecia de 2008. Los griegos han sufrido la crisis más que ninguna otra nación europea y UE no hace más que someterles a endeudamientos del Fondo Monetario Internacional. Como por desgracia es de esperar, la pretensión de recuperar la economía griega viene acompañada de terroríficos recortes en salarios y gasto público y un gran aumento de impuestos. Aquello resultó en manifestaciones por todo el país el 5 de mayo, donde murieron tres personas.

Y ahora los manifestantes griegos han vuelto a las calles con el "Κίνημα Αγανακτισμένων Πολιτών" o "Movimiento de Ciudadanos Indignados", que por supuesto también ha sido denominado "Greek Revolution". Estas manifestaciones son muy distintas de aquellas a principios de mayo: inspirado por España, el movimiento griego de indignados no apoya a ningún partido político establecido y es completamente pacífico. Entre sus exigencias se encuentra la creación de una nueva constitución escrita por el pueblo y no por el parlamento, el rechazo de pagar deudas aborrecibles en general y específicamente la anulación del trato entre Grecia y el FMI, y finalmente mayores impuestos para los ricos.

Las manifestaciones se extienden por todo Grecia, incluyendo las grandes ciudades de Atenas, Salónica, Lárisa, Patras, Volos, Rétino, Trípoli y Kalamata. Además, los griegos retiraron miles de millones de euros de los bancos nacionales. El centro de las protestas se encuentra en la plaza Sintagma de Atenas, justo enfrente del parlamento griego o "Consejo de los Helenos". Los primeros días aparecieron de forma irregular entre 7.000 y 30.000 atenienses frente al parlamento, pero el 29 de mayo hubo más de 100.000. El 5 de junio fue el doceavo día consecutivo de protestas en Grecia y el segundo día de manifestaciones pan-europeas sincronizadas, y frente al parlamento aparecieron entre 300.000 y 500.000 ciudadanos.


¿Qué ocurrirá en los próximos meses? Al igual que todo ser humano en el planeta Tierra, no soy vidente y, al igual que la mayoría de seres humanos en el planeta Tierra, no tengo habilidades de predicción socioeconómica. Aun así, intentaré hacer una predicción: este movimiento de acampadas y asambleas pronto morirá, ya sea por una falta de fervor popular o por la fuerza gubernamental. Puede que España dure más y Grecia siempre ha sido impredecible, pero acabarán por diluirse. En cambio, creo que la estrategia muy inteligente de planear manifestaciones mundiales en octubre dará sus frutos.

No me atrevo a ir más allá, pero diría que los ciudadanos portugueses, españoles, franceses, italianos, griegos y demás tendrán mucho qué decir y darán mucho de qué hablar en octubre. Que dicha actividad vaya a resultar en algo productivo o no es otra historia.

"Limpieza" en Barcelona

Los manifestantes españoles en busca de una "democracia real" decidieron quedarse al menos una semana más tras las elecciones, primero en Sol y luego por el resto del país. Como era de esperar, el gobierno no ha tardado demasiado en actuar: hoy a la mañana los Mossos d'Esquadra han "limpiado" la Plaza de Cataluña de Barcelona.


¿De qué la han limpiado? De manifestantes, por supuesto. El desalojo ha comenzado a primeras horas de la mañana y no ha frenado hasta que se ha dispersado toda la acampada. Luego han dejado que los ciudadanos vuelvan a reunirse, ya que en teoría su única función había sido la de limpiar la zona. Por desgracia, lo hicieron con demasiado entusiasmo.

En efecto, hoy día 27 de mayo se ha documentado el primer caso amplio de brutalidad policial en esta campaña ciudadana. Ha habido más de medio centenar de heridos leves. Quizás lo más extraordinario es que la violencia ha sido totalmente unidireccional. Aunque normalmente la policía suele poder explicar sus acciones como 'defensa propia', no es así en este caso: las protestas son explícitamente pacíficas y así se han mantenido incluso antes los golpes de las porras y de las bolas de goma.


Por primera vez desde el comienzo de las acampadas, algunos medios de comunicación nacionales no han ignorado la situación y se han dignado a mostrar las imágenes del abuso policial sin censura. Por supuesto, otros se han limitado a mostrar las imágenes más pacíficas y describir la situación como una mera acción de limpieza en la plaza.

Teniendo en cuenta la reacción de algunos medios y de los ciudadanos a través de las redes sociales, me temo que al gobierno local le ha salido el tiro por la culata. En otras palabras, puede que esta acción resulte en una reacción opuesta y veamos como las manifestaciones por todo el país vuelven a florecer con más fuerza que nunca.


Mientras tanto, queda por ver si el resto de España seguirá con la mala idea de Cataluña e intentará 'limpiar' los campamentos por la fuerza. Esperamos que no ocurra así pero es inevitable que aumente la fricción a la par que continúen las protestas.

Caminante no hay camino

El 20 de mayo en Donostia el compañero de "Ciudadanos del Mundo" Borja Oyón se ocupó de presentar un orden del día muy emotivo en la asamblea en pos de una democracia real, y ayer día 21 su intervención fue aun mayor, siendo el primer hablante. Aportó la lectura de un texto propio que, si bien fue redactado en octubre de 2010 como un gran artículo llamado "Caminantre no hay camino" para quejarse de lo adormitada que está la sociedad, es irónicamente aplicable a esta situación en la que los ciudadanos han despertado por fin.


Sin duda, es todo un ensayo que disfruté leyendo en su momento y al que si no recuerdo mal aporté esa cita de José Pablo Feinmann y un par de referencias pomposas sobre la filosofía crítica de Descartes y sobre la obra de James Whyte con aquello de "presas perfectas para los que quieren nuestros votos, dinero o devoción".

Gracias al invento llamado Internet, ya no me tendré que limitar a leer el artículo en la red: ahora podré escuchar un extracto salido de la misma voz del que lo redactó. Sin duda, lo agradezco personalmente teniendo en cuenta que no pude asistir al momento, y también para que quede constancia de su lectura y de los posteriores aplausos y clamores:

Qué difícil es seguir adelante cuando no puedes evitar que te destrocen las miradas de extrañeza que te echan por no seguir el camino predeterminado en esta sociedad establecida. Pero no hay vuelta atrás: nos toca un camino largo y duro a aquellos que despertamos del ensueño del "pequeño mundo" y vemos más allá de la telebasura, la educación negligente y otros aparatos de atontamiento social que antes nos dejaban vulnerables, presas perfectas para los que quieren nuestros votos, dinero o devoción. Como ya dijo José Pablo Feinmann:
"Hay un momento en el que usted dice: "¡Esto no va a más!". Pero ojo, porque a partir de ese momento, usted está solo. Usted está solo. Y va a tener que apechugar con ello. Va tener que hacerle frente. Y eso es una actitud filosófica. Pero es muy difícil, porque a partir de ahí deja de pertenecer a la manada y comienza a pertenecer a usted mismo. Y cuando eso ocurre, ya no tiene justificaciones, ya no puede distraerse; tiene que elegir, y usted va a ser el responsable de cada una de sus elecciones".
El camino es en ocasiones demasiado duro, ya que a día de hoy todavía somos pocos los que compartimos este trayecto repleto de incertidumbre. No es una perspectiva atractiva, pero Descartes tenía razón al preguntarse qué haríamos sin esa incertidumbre, sin esa duda, sin esa disconformidad: no se puede pensar críticamente ni tener la mente libre si no dudamos primero, si no nos preguntamos si las cosas no son siempre como dice la intuición, como afirma una figura autoritaria o como cree la mayoría, todas ellas falacias en las que cae la gente a diario; de hecho, en esos tres pilares se basa su adormecimiento. Al final, cada uno lleva su mundo a las espaldas y sus pensamientos como bandera. Si me preguntasen qué representa mi bandera, probablemente no diría más qué: "Cuando llegue el momento de decir adiós, poder afirmar con total seguridad que el viaje ha merecido la pena". Pero, como he dicho, cada uno lleva su mundo a las espaldas y por tanto tiene ideas distintas. En realidad, lo único vital es tenerlas; la esencia de la vida es pensar.

(Leer artículo completo)
Por supuesto, ayer hubo eventos similares y mucho mayores por todo el país y también internacionalmente. Ni más ni menos, en el punto central de la protesta, la Puerta del Sol de Madrid, hubo aproximadamente 28.000 personas. Hoy ya es 22 de mayo, día de las elecciones municipales en todo el Estado y también de las elecciones autonómicas en trece de las diecisiete comunidades. Todos querríamos levantarle el dedo medio a los partidos mayoritarios y al sistema político en sí votando en blanco o absteniéndonos. Por desgracia, ya hemos tratado por qué eso es una muy mala idea: tal y como están las reglas del juego, la única elección realista para mostrar el descontento con el statu quo es votar al partido minoritario que más nos plazca. Mañana ya se sabrá si este movimiento ha servido de algo.

Concentración en Donostia

Ayer 20 de mayo en Donostia-San Sebastián hubo una asamblea ciudadana por la movilización en pos de una democracia real, junto con más de trescientas otras ciudades por todo el país. Tras la asamblea, presentada por Borja Oyón, co-fundador de "Ciudadanos del Mundo", se crearon varios grupos de trabajo que presentaron propuestas en varios ámbitos: el Sistema Económico, Sistema Político, Educación, Trabajo, Medio ambiente y demás.


He aquí un extracto del orden del día presentado por Borja Oyón:
Para todos aquellos que no nos conozcan, somos un movimiento que, arraigado en la más profunda indignación, ha aflorado en forma de acampada. No solo aquí: hoy a la mañana el número de acampadas rondaban alrededor de las ciento ochenta; ahora, para las siete de la tarde eran más de trescientas veinte. Y desde lugares tan dispares como India, Siria, Tokio, China, EE. UU., México y Nueva Zelanda nos mandan un mensaje: no estamos solos. Medios de comunicación del calibre del Wall Street Journal y la CNN se han hecho eco de ello, demostrando una vez más que la mayor de las fuerzas son las ideas y las ganas de cambiar las cosas.

Motivo de ello es esta asamblea, máximo exponente de la voluntad de expresión de la ciudadanía. El fundamento de la asamblea será el siguiente. Existe un orden del día que se seguirá tanto en el aspecto del voto, como del tiempo, del tema y de su exposición, moderado todo ello por un compañero al que se respetará y se ocupará de otorgar la palabra para una correcta evolución del evento.

Incidiendo una vez más en nuestra voluntad por escuchar a los Sin Voz, después de la asamblea comunitaria se procederá a organizar grupos de tema libre para que nos expresemos e informemos sobre el porqué de de nuestra protesta. [...]

Dicho esto, se pasará a iniciar la asamblea. Utilizad vuestra más poderosa arma: la palabra.
Sólo puedo atestiguar por aquellos dedicados al sistema económico, pero diría que los grupos de trabajo funcionaron adecuadamente. En el caso de las propuestas para reformar el mundo financiero y buscar alternativas al consumismo (que no al consumo), la mayoría de los participantes ofrecieron propuestas tangibles. Personalmente, me alegró mucho que la mayoría conociera y apoyara conceptos tan marginales en la política como el "decrecimiento sostenible" ante el crecimiento infinito del capitalismo (imposible en un planeta finito) y el problema de la "obsolescencia programada", que debe paliarse con un reciclaje de diseño y con producción modular. Por otro lado, hay que admitir que entre las propuestas inteligentes había mucho romanticismo sinsentido y sentimientos anti-sistema sin alternativas.

Hoy habrá otra asamblea y con suerte así seguirá incluso después de las elecciones.

Democracia real ya

El 15 de mayo de 2011 los españoles se movilizaron en Madrid y otras grandes ciudades del país para protestar contra la corrupción de la clase política y banquera, con el eslogan de "¡Democracia real ya!". Tras tres años de crisis, la burbuja social ha explotado por fin y los ciudadanos han tomado la calle.


(Ver en inglés)

Como no es de extrañar, muchos han comparado este movimiento con las recientes manifestaciones y revoluciones del mundo árabe. Aunque no llegará a tanto y el fin no es el mismo, sin duda podría equipararse a lo ocurrido en Grecia.

Los ciudadanos siguen en las calles y allí estarán también el 22 de mayo, día de elecciones municipales en España. En varias ciudades los manifestantes han acampado y trasnochado para que la protesta sea continua. Las exigencias son serias, por mucho que los medios de comunicación no se dignen a mostrarlo. No todo es culpa suya, en cambio: si bien las propuestas son radicales, no están unificadas ni son tan concretas como deberían.


Hará solo unas semanas parecía extremadamente improbable que fuera a ocurrir algo así, pero así suele ser: también les pilló por sorpresa en las manifestaciones obreras y estudiantiles por todo Europa y el mundo árabe.

¿Revolución global?

Aunque el mundo y estos informes se centran ahora en Libia, antes en Egipto y tardíamente en Túnez, el resto del mundo árabe no para, y de hecho ha ido más allá.


A día de hoy, Túnez, Egipto y Libia se han visto con revoluciones de trascendencia histórica. No sólo eso, sino que en Túnez han seguido protestando para quitar del cargo al Primer Ministro en funciones por su estrecha relación con el dictador derribado Ben Ali, y lo han conseguido. Igualmente, el pueblo egipcio no se ha echado a tomar el sol tras derrocar a Mubarak y ha seguido exigiendo sus derechos. Mientras tanto, Argelia, Beréin, Irán, Iraq, Jordania, Omán (donde murieron ayer dos manifestantes) y Yemen sufren protestas considerables, además de los incidentes menores en otros países.

En cambio, la crisis va más allá, ya que las protestas se han extendido a otros muchos países, inspirados por las revoluciones en Túnez y Egipto: aunque de bastante menor calibre que en las manifestaciones centrales, se han visto protestas por razones similares en Albania, Bolivia, Camerún, China, Gabón, India, Corea del Norte, Senegal, Uganda, Vietnam y Zimbabwe.

Además ha ocurrido algo que nadie esperaba. Si bien las razones de las manifestaciones son distintas y no tienen una conexión directa, es cierto que las protestas en el mundo árabe y más allá han inspirado a los funcionarios, sindicalistas, estudiantes y ciudadanos de Wisconsin. Sí, Wisconsin de los Estados Unidos de América está sufriendo protestas de gran calibre.


¿La razón? Scott Walker, el Gobernador Republicano de Wisconsin, propuso una reforma legislativa el 15 de febrero que en esencia eliminaría los derechos de contrato colectivo de trabajo para funcionarios sindicalistas. Desde entonces, los ciudadanos de Wisconsin han estado protestando este ataque contra los sindicatos en el edificio del Capitolio de la capital de Wisconsin, Madison. Solo un día después eran 30.000, para el 19 de febrero eran 75.000 y hará dos días se reunieron en las calles casi 100.000 ciudadanos del Estado de Wisconsin.

Por supuesto, nada de esto capta tanto nuestra atención como el alzamiento de Libia, en el que se calcula que ya habrán perdido la vida entre 2000 y 3000 personas. Aun así, todavía Gaddafi se niega a dimitir. Al contrario: sigue desafiante y armando a la ciudadanía de Tripoli mientras les miente al decirles que los manifestantes son terroristas de al-Qaeda y que no se crean las 'mentiras' de que gran parte de las fuerzas del ejército se han pasado de bando. Parece que el enfrentamiento entre los revolucionarios y las fuerzas todavía leales o coaccionadas por Gaddafi es inminente.


De hecho, se ha informado de varios revolucionados dirigiéndose a Tripoli desde Bengasi, que se ha convertido en el corazón de la revolución libia. Además, el segundo aeropuerto militar más importante del país, el Al Banin cercano a Bengasi, ha caído en manos de la oposición cuando el personal de la base ha decidido unirse a la revolución popular. Esto supone un gran golpe al régimen de Gaddafi, que se está empezando a quedar sin ciudades, sin canales petrolíferos, sin tropas y ahora sin aviación militar.

Teniendo en cuenta la importancia de Bangasi en la revolución, no es de extrañar que fuera en dicha ciudad liberada donde se empezó a discutir la creación de un gobierno paralelo con ayuda del ex-Ministro de Justicia, aunque finalmente sólo se haya creado un concilio para "dar una cara a la revolución", lo cual ayudará a organizar una fuerza cohesiva contra Gaddafi.

Los tunecinos y egipcios nos han mostrado con las protestas continuas aun tras el derrocamiento de sus dictadores que esta se trata de una revolución popular, para bien y para mal, y que no permitirán la sustitución de un régimen por otro. Al pesar de estos deseos de los activistas, eso es precisamente lo que puede ocurrir con peligrosa facilidad.