Una guerra civil estancada

Hará dos meses de los últimos informes acerca de las protestas y revoluciones en Oriente Medio y el Norte de África en "Ciudadanos del Mundo". Aunque recientemente nos hayamos centrado en las manifestaciones españolas, esa no es la razón del silencio: para abril, en los países estables las protestas habían comenzado a dispersarse y las naciones en crisis continuaban la violencia sin avance real alguno. Sin duda, el mayor signo de ello es la Guerra Civil Libia, que si bien ha cobrado ya más de 10.000 vidas, no avanza política o estratégicamente.

En cambio, por muy lentamente que se haya desarrollado la situación, dos meses dan para muchas noticias. Los países ya revolucionados han tenido un progreso relativamente pacífico. En Egipto se retrasaron las elecciones hasta noviembre, lo cual es una buena noticia: como ya se mencionó en el último informe, si las elecciones se llevaran a cabo en junio los nuevos partidos no tendrían tiempo para organizarse y dar a conocer sus programas, devolviendo el país al partido de Mubarak o entregándoselo al único partido ya organizado de la oposición, los Hermanos Musulmanes, que tienen aspiraciones teocráticas.


Luego están Siria y Yémen, que siguen envueltas en revueltas con reacciones violentas por parte de sus gobiernos. Para mediados de abril, Siria llevaba ya un mes de protestas. Por desgracia, la situación se volvió más grave cuando las fuerzas militares sirias entraron en juego bajo las ordenes del presidente Bashar al-Assad: desde el primer día empezaron a morir militares y manifestantes y para finales de mes habían muerto más de 450 personas.

En consecuencia, durante la primera mitad de mayo el gobierno estadounidense impuso una serie de sanciones a figuras clave del gobierno sirio, incluyendo al presidente Bashar al-Assad. A día de hoy, tres meses tras el comienzo de las revueltas, han muerto más de mil sirios.

Yémen se enfrenta a una crisis similar. Los manifestantes llevan ya meses pidiendo la dimisión del presidente Ali Abdullah Saleh, que se ha estado aferrando al cargo como lo hizo Mubarak en Egipto y todavía lo hacen Bashar al-Assad en Siria y Gaddafi en plena guerra civil libia. El gobierno hizo uso de sus nuevos poderes de emergencia oprimiendo a toda oposición, abriendo fuego contra los ciudadanos prácticamente todos los días durante el mes de abril. Aunque el 23 de abril Saleh ofreció su dimisión a cambio de inmunidad total para él y su familia, desde entonces se ha retractado.

Y así, la violencia en Yémen ha continuado, acabando ya con la vida de más de quinientos yemenís. Por supuesto, los ciudadanos no se han dejado matar y, como ya ocurrió en Libia, se han convertido en una fuerza armada. Parece que las batallas de guerrilleros contra militares esta última semana han convertido al alzamiento yemení en una nueva guerra civil.


Finalmente está Libia, que continúa sufriendo una guerra civil entre el ejército de Gaddafi y la rebelión, apoyada por bombardeos estratégicos de la OTAN. Ha habido más muertes e intentos de vías alternativas, pero la verdad es que la guerra sigue exactamente donde la dejamos hará dos meses. Durante el mes de abril Gaddafi intentó abrir vías diplomáticas con la Unión Africana y la ONU, pero la oposición de Bengasi se negó a cualquier plan que no incluyera el fin de Gaddafi. Aunque hayan pasado dos meses, continúa la lucha por la ciudad de Misurata, un centro rebelde cercano a la capital de la nación. Esta última semana, tras el fin de cualquier pretensión de finalizar la guerra por vías diplomáticas, la OTAN ha vuelto a la carga atacando la capital.

Como puede verse, las naciones revolucionadas progresan políticamente a pesar de los baches, las manifestaciones convertidas en revueltas allá por Siria y Yémen solo se han intensificado y la guerra civil en Libia sigue en tablas, si bien es cierto que es difícil ver un futuro para el régimen de Gaddadi ahora que la OTAN apoya a los rebeldes con sus recursos casi ilimitados. Por desgracia, también es difícil ver un futuro para Libia.

1 comentarios:

Pulalita dijo...

Gracias por seguir hablando de estas revoluciones; ya han "pasado de moda". Saludos

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