Masacre en Noruega

A excepción de mantenernos al día con las manifestaciones europeas y revoluciones árabes, en "Ciudadanos del Mundo" solemos ignorar sucesos actuales, ya que nuestro fin no es dar noticias y en general es más prudente analizar los hechos una vez estén asentados.

Por otro lado, hay sucesos por los que no se puede esperar. Ayer, 22 de julio de 2011, se cree que fue un noruego llamado Anders Behring Breivik quien colocó varios explosivos alrededor de varios edificios gubernamentales. Murieron siete personas. Horas después, en la isla de Utøya, el mismo hombre arremetió contra un campamento de verano para la juventud. Apareció disfrazado de policía para atraer a los jóvenes. Algunos intentaron huir por el agua. No lo consiguieron. También se encontraron explosivos, afortunadamente no detonados. Aun así, murieron casi ochenta personas, la mayoría niños.


Aunque el presunto terrorista (que sin duda cometió la masacre de Utøya pero es solo sospechoso de las bombas en la capital) no haya ofrecido ninguna declaración, parece ser que los ataques fueron de motivación político-religiosa: Anders Behring Breivik es un conservador nacionalista cristiano y los objetivos han sido el edificio gubernamental del partido de coalición de izquierdas y un campamento de verano para AUF, la liga de juventudes trabajadoras del Partido Laborista Noruego.

Así que parece que fue un extremista de la derecha y fundamentalista cristiano quien llevó a cabo estos atentados que han acabado con la vida de casi un centenar de personas, la inmensa mayoría de ellos adolescentes. Incluso en el mundo en el que vivimos es difícil de aceptar que una sola persona pudiera desencadenar tal masacre, pero así parece ser.


Aun no han salido a la luz todos los hechos y ni siquiera ha terminado el recuento de muertos, pero parece prudente afirmar que no hay más que decir. Aunque sea difícil aceptar el golpe, especialmente para un país pacífico como Noruega, y seguramente los medios se empaparán en tinta durante las próximas semanas, la realidad es que seguramente no habrá mucho más de lo que hablar: un fanático político-religioso de la derecha extrema se tomó su dosis habitual de fanatismo y ello le llevó a donde solo la irracionalidad puede llevarnos.

En conclusión, si bien daremos la bienvenida a una reexaminación de los valores que demasiados dan por hecho, parece que este hombre actuó solo, por desgracia para los forofos de una buena narrativa conspiratoria y afortunadamente para el resto. Además, teniendo en cuenta el historial de Noruega, seguramente nada parecido vuelva a repetirse en mucho tiempo. Esta tragedia quizás termine con un mensaje por parte del primer ministro noruego muy opuesto a la respuesta estadounidense tras el 11 de septiembre de 2011: "Nuestra respuesta a la violencia será más democracia".

2 comentarios:

Baleperson dijo...

Muy bueno Luka, me gusta como esta escrito.

Fggd2005 dijo...

Cordial saludo! Pienso que todo tiene un principio y un fin... cuando seceden las cosas la mayoria de veces es simplemente algo ya conspirado tiempo atras, y nos damos cuenta años mas tarde... Si es verdad lo que dices, de todas maneras todos lo explosivos y armas que utilizo de donde las saco? y en el peor de los casos que lo llevo a cometer ese acto? Con el debido respeto, no me quedo con explicaciones tan superfciales como estas (no las tuyas, sino las de la investigacion). Mientras en nuestro sistema de vida occidental no nos eseñen o enseñemos a amarnos 1ro que todo a uno mismo y despues a los demas, por encima de cualquier fecha de batalla o calculo matematico, etc, esto no va a cambiar. Saludos! ;-)

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