Ninguno de estos cambios solucionaría nada. Simplemente nuestros problemas serían distintos e intentaríamos solucionarlos con nuevas revoluciones que bien podrían llevarnos de vuelta al momento en el que nos encontramos. Los movimientos que promueven la idea de que "el pasado fue mejor" harían una sola cosa: retrasar la evolución natural de la sociedad.
Aunque a una escala de gravedad menor, este tema surge multitudes de veces al hablar de las distintas generaciones: las diferencias entre padres e hijos que crean el llamado "conflicto generacional", presentada como una hecatombe que nadie habría podido prever. A ese respecto, el médico de familia inglés Ronald Gibson tuvo algo que decir en una conferencia, ayudándose de sólo cuatro citas:
«Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos».Al enunciarlas, Gibson observó como la mayoría de la concurrencia estaba de acuerdo con cada una de las frases. Aguardó unos instantes a que se acallaran los murmullos del público, que comentaba lo expresado con aprobación, y entonces reveló el origen de dichas citas:
«Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país si la juventud de hoy toma el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible».
«Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos».
«Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura».
«La primera frase es de Sócrates, que vivió del 470 al 399 antes de Cristo. La segunda es de Hesíodo, pronunciada el año 720 antes de Cristo. La tercera es de un sacerdote, 2.000 antes de Cristo. La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (actual Bagdad), con más de 4.000 años de existencia».Ante la perplejidad de los asistentes, el Doctor Gibson concluyó diciéndoles: "Señoras Madres y Señores Padres de familia, relájense, que la cosa siempre ha sido así".