La corporatocracia

En este espacio hemos mencionado varias veces el término "corporatocracia", y una vez incluso lo definimos y desechamos de un plumazo, pero nunca nos hemos parado a analizarlo con exactitud, a desentrañar su pasado, ni a ver los resultados de ésta unida a la oclocracia en la que vivimos, con la muchedumbre llevada por la marea ignorante de la realidad de su propio sistema político, económico y social. Entonces, ¿qué es la corporatocracia?

En cierto sentido, la corporatocracia puede ser una forma de gobierno en la que las corporaciones, conglomerados y/o entidades gubernamentales con componentes privados controlan la dirección y gobernanza de un país. Aunque es cierto que a día de hoy no existe ninguna "corporatocracia reconocida", esto no debería indicarnos demasiado: sólo tendréis que echar un vistazo a la cantidad de países que se consideran a sí mismos democráticos. Sí, claro que sí.

El mayor problema a la hora de definir la corporatocracia y ubicarla con exactitud es que en el sentido más habitual se trata de una clase social y, al contrario que la nobleza feudal, la corporatocracia no es un grupo público ni reconocido como gobernante: se trata de una clase, casi una tendencia, en este caso formada por un colegio de corporaciones con su gran poder económico en común. Si bien existen agrupaciones de empresas hermanas, en esencia no es un grupo unido; a nivel mundial, se trata de varias empresas con fines similares unidas por innumerables tratos, reformas y las mismas leyes del juego. En otras palabras, no nos encontramos en una lucha contra una organización malvada sino en una lucha de clases contra la desigualdad.

Al ser así, sería extremadamente difícil, por no decir ilusorio, deshacerse de ellos en este sistema. Aunque se consiguiera tras un largo y costoso proceso de depuración económica y política a través de activismo sociopolítico y legislaciones más honestas, tarde o temprano los gobiernos volverían a necesitar sus tejemanejes económicos "tras las cámaras" mientras ellos sonríen ante ellas como si no pasara nada. Es una clase integra del sistema: basándonos en el producto interior bruto, 51 de las 100 mayores economías del mundo son corporaciones, y de estas, 47 son estadounidenses. ¿Cómo vamos a deshacer un sistema en el que empresas como Walmart y Exxon son más poderosas económicamente que países como Polonia, Finlandia y Arabia Saudita? Sería prácticamente imposible quitarlos de en medio sin destruir el sistema socioeconómico impuesto a lo largo del último siglo. Por otro lado, visto lo visto y lo que está por venir, no parece necesario echar leña a un fuego ya tan vivo.


Hay que comprender un punto muy importante: la corporatocracia no es una "teoría de la conspiración". Sus integrantes no solo no tienen por qué reunirse en mesas redondas y tramar en secreto, sino que no lo hacen; como ya se ha dicho, son una clase que, a través de su poder económico y del poder político que ganen haciendo lobby, se limita a seguir la regla central del sistema: maximizar el beneficio monetario sin importar las consecuencias sociales o medioambientales.

¿Qué consecuencias? Aunque existen efectos perjudiciales obvios e íntegros en esta clase de economía, probablemente haya que esclarecer ciertas situaciones que los medios y nosotros mismos solemos tergiversar para no sentirnos incómodos y avergonzados de nuestros presuntos representantes en el mundo: primordialmente, el uso corporativo de la guerra, con Iraq como ejemplo reciente, y las acciones de las instituciones bancarias y corporativas en países en vías de desarrollo, que fundamentalmente resultan en una servidumbre por contrato (esclavitud salarial) a nivel nacional. Este último punto nos debería importar bastante, ya que mientras hasta ahora le ha tocado a América del Sur, ahora nosotros también estamos en el punto de mira debido a esta crisis, junto con Grecia y otros tantos desafortunados en peligro de convertirse en basureros para Europa.

No es un secreto que la guerra se usa a menudo como instrumento para mover la economía. Sólo imaginad lo que se cuece a lo largo de todo el proceso: se envían tropas al país objetivo con el presunto fin de "libertarlo" de las garras del malvado dictador de turno. Por ejemplo, el caso de Iraq con Saddam Hussein. Sí, el mismo Saddam Hussein reconocido como líder legitimo y aliado por los Estados Unidos. En cualquier caso, en cuanto tienen una excusa (sí que había una razón legitima para una intervención humanitaria) invaden el país, y además de las ventajas estratégicas que aquello pueda proporcionar, gastan el stock de armas y así mueven la industria armamentística, todo ello gracias a la necesidad del consumo cíclico en este sistema. Una vez asentados, adquieren los recursos; en el caso de Iraq, sobre todo roban su preciado petróleo, ya que Saddam había empezado a cortar lazos con EEUU, su primo Zumosol. No iban a permitirlo, por supuesto. Y comenzó el horror de la guerra.
Aunque la huella militar no suele quedar marcada para siempre, se toma un poder económico y político permanente sobre el país, controlando así futuras sustracciones de los ya mencionados recursos, y asegurando la venta de armas -entre otras cosas- al nuevo gobierno, para que luche sus guerras o les ayuden en sus sucesivos "conflictos bélicos por la libertad". Una vez la guerra ha terminado, las empresas del país invasor se asientan en el país invadido; como en el caso de Halliburton, la gran corporación de servicios en yacimientos petrolíferos que "reconstruye" Iraq con financiación del gobierno. Dick Cheney fue presidente de la empresa hasta que tomó el cargo de vicepresidente como mano derecha de George W. Bush, cuyo negocio familiar es precisamente el petróleo. Finalmente, se movilizan varios sectores de la economía en la nueva nación democrática, de mano de hombres de negocios y políticos. Y ese es el propósito corporativo de la guerra: movilizar la industria armamentística y energética. No se trata de libertar ni democratizar, y por supuesto tampoco de encontrar armas de destrucción masiva.

Luego está el método invisible de acabar con la autosuficiencia de una región, que no requiere de batallas sino de tratos económicos, como las infames condicionalidades y políticas de ajuste estructural con las que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial endeudan a los países: devalúan la moneda local, empobreciendo así al país en asuntos internacionales; recortan fondos para programas sociales, particularmente en la educación y la salud; privatizan las empresas estatales, dejando sistemas sociales vitales en manos de corporaciones extranjeras; y liberalizan el mercado, arruinando la economía local con la llegada de la producción en masa extranjera. ¿Cuál es la consecuencia de todas estas medidas? Puede que os hayáis percatado de la consecuencia lógica de todo ello: la apertura a las empresas con las que trata el FMI y el Banco Mundial lleva a la riqueza del país, pero al empobrecimiento de los que lo constituyen, el pueblo. Nunca varía: en cada uno de los casos, aunque el producto interior bruto del país se eleve, también lo hace la pobreza, lo que por supuesto nos lleva a desechar el PIB como medida de riqueza real.

FMI + Banco Mundial = Cientos de ricos, miles de millones de pobres

¿Ejemplos de ello? La mencionada privatización, en el caso de Bolivia en 1999 con el Banco Mundial, les llevó a tener que vender uno de sus mayores sistemas fluviales a una subsidiaria de la corporación estadounidense "Bechtel". Pronto, los residentes locales, pobres de antemano, tuvieron que pagar facturas desorbitadas. Luego está la liberalización del mercado, como ocurrió con Jamaica, que aceptó prestamos y condicionalidades del Banco Mundial, y con la subsiguiente apertura económica perdió sus mayores mercados de cultivo locales debido a la incapacidad de competir con las importaciones, dejando desempleados hasta el día de hoy a innumerables granjeros. Además, con todo ello, en estos países también aparecen las conocidas fábricas de explotación, que son el modelo actual de la servidumbre por contrato, la nueva esclavitud, y también ocurren allí los mayores crímenes medioambientales por parte de empresas que, debido a su posición privilegiada, no requieren de regulaciones.

¿Y cuando la corporatocracia obra de la misma forma a nivel nacional? Pocos llegan a ver la corrupción inherente del sistema, aumentada por los métodos modernos de la corporatocracia, en casos similares a lo ocurrido en Jamaica pero en el país propio: el monopolio de empresas como Walmart, que obligan a negocios pequeños a cerrar ya que no pueden competir con sus precios, es una forma más sutil de la misma corrupción.

El capitalismo es el que para sobrevivir necesita y por tanto protege a la corporatocracia desde su mismísima base. Por supuesto, me refiero al sistema actual, no a otros estados "democráticos" de la historia, ni tan siquiera a los primeros liberalismos: particularmente en el último siglo, la corporatocracia ha ido amasando más y más poder a través de reformas monetarias, con la creación de instituciones como la Reserva Federal estadounidense (punto de referencia para el resto del mundo desarrollado), el FMI y el Banco Mundial. Sí, el mismo Banco Mundial que según su eslogan "trabaja por un mundo sin pobreza" y en cambio no deja de endeudar países en vías de desarrollo, aumentando así la pobreza en la mayoría de la población pero, por supuesto, enriqueciendo más a los que ya eran ricos. Mientras que el PIB internacional se incrementó en un 40% entre 1970 y 1985, aquellos que viven en pobreza aumentaron en un 17%, y de 1995 al 2000, en sólo cinco años, aquellos que viven con menos de 1$ al día incrementaron en un 18%. ¿Qué conclusión podemos sacar? Las acciones a nivel nacional e internacional de los nuevos modelos de prestamos que se llevan a cabo elevan el poder económico del país, pero incrementan sobremanera la desigualdad de riqueza y la explotación. Los ricos se hacen más ricos al anteponer la ganancia monetaria al bienestar de la gente, y hacen así que los pobres sean más pobres.

Debido a la aceptación social del ánimo de lucro como único incentivo, las empresas suelen ser abiertas respecto a sus acciones, aunque a veces se descubran operaciones encubiertas por su excesiva ilegalidad. Ya que las corporaciones no son tan públicas como los gobiernos y en el extranjero suele haber menos regulaciones (razón de la esclavitud salarial), tienden a salirse con la suya en asuntos turbios, y aún cuando les pillan in fraganti, no suele haber demasiadas repercusiones mediáticas ni tampoco penales. Por supuesto, eso no exime a la inmensa mayoría de hipótesis conspirativas, que no se ha ganado ni por asomo el título de 'teorías' y no son más que locuras construidas por rumores y medias verdades.

Volvamos a lo esencial. Antes ya hemos analizado las consecuencias de esta nueva clase dirigente para la sociedad y el mundo. Ahora bien, ¿qué podemos hacer al respecto? Por desgracia, ahora no demasiado, y sin duda nada que suponga la inmediata desaparición de la corporatocracia. En cambio, ya hemos empezado a ver su destrucción gradual por sus propios métodos a raíz de la crisis, y la trataremos más a fondo en un artículo acerca del colapso del sistema o evolución a algo más razonable que recibirá el nombre de "La evolución social en una sociedad emergente". Como se dirá, podríamos estar cerca de la desaparición de este modelo económico o de la corporatocracia como sistema gubernamental reconocido y no sólo de facto, que seguiría forzando su lugar en este mundo hasta, finalmente, caer de todas formas. Esa bifurcación de caminos que sería un buen momento para actuar.

3 comentarios:

LukaNieto dijo...

Para el que quiera comentarlo, admito de antemano que se trata de un artículo extremadamente derivativo, particularmente de Addendum, aunque he buscado otras fuentes para apoyar las afirmaciones (algunas incluso las linkeo directamente en el artículo). La razón de ello es que se trata de un artículo para informar, llanamente, y sobre el que pretendo construir el siguiente artículo que comento al final de este; ese ya será propio del todo.

Danny dijo...

Muy buen artículo Luka, lo he recibido con mucha expectación, estaba deseando leerlo desde hace ya semanas, muy bien explicado, en otras palabras:
EXCELENTE

ME Trinidad Espinosa dijo...

Habría solución pero muy a futuro. Hay que trabajar para ello intentando desvincularnos y evitar adquirir  en las grandes corporaciones.  Vean: 

http://video.google.com/videoplay?docid=-6338234304202503309    y otros en: 

www.thezeitgeistmovemt.comhttp://rockambiente.fullblog.com.ar/the-zeitgeist-movement-sitio-en-espanol-841230918567.html Al menos es un movimiento que esencialmente recurre a la aplicación del método científico para fines sociales.

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